Un suboficial de Prefectura mató a balazos a una joven de 17 años que habría intentado asaltarlo junto con otra mujer, usando un palo atado a un caño que simulaba ser un arma. Fue antenoche, en inmediaciones de la Villa 31, en el barrio porteño de Retiro, y a raíz del confuso episodio también resultó herida la joven de 21 años que acompañaba a la víctima fatal.
El hecho derivó en serios incidentes protagonizados por vecinos de la villa y la madre de la joven asesinada negó que la chica haya intentado asaltar al suboficial. "Quiero aclarar que mi hija no es chorra, a ella la tirotearon", dijo la mujer.
El suboficial de 38 años, a bordo de su vehículo Fiat Palio, bajó de la autopista Arturo Illia por una de las calles aledañas a la villa. Un semáforo lo obligó a detenerse y fue entonces que las jóvenes, ambas domiciliadas en ese barrio, se acercaron al auto, una de cada lado de las ventanillas. Según declaró el uniformado, lo habrían amenazado y al creer que portaban armas, sacó su pistola reglamentaria 9 mm y disparó. Ambas jóvenes fueron heridas, pero la menor fue quien llevó la peor parte y murió a causa de los disparos cuando era trasladada en ambulancia al Hospital Fernández.
El prefecto, quien presta servicios en la Prefectura de Puerto Madero, quedó detenido. Su libertad depende ahora de que la jueza Fabiana Palmaghini defina si se trató de legítima defensa, de exceso en la defensa o de un homicidio simple.
Según constató la policía en el lugar de los hechos, las jóvenes no portaban armas, sino que tenían "réplicas muy caseras, confeccionadas con un pedazo de madera y un caño".
Los hechos violentos se iniciaron con el reclamo por las chicas baleadas, al señalar que se trató de un caso de "gatillo fácil", y recrudecieron con la demanda de liberación de cinco vecinos de la villa -cuatro mujeres y un hombre- que habían sido detenidos durante los primeros incidentes. (Agencias)