VIEDMA (AV).- La justicia pidió un nuevo procesamiento por el doble homicidio de un matrimonio de comerciantes de Sierra Grande, hecho que generó el repudio de la comunidad y manifestaciones en varias oportunidades pidiendo justicia y pronto esclarecimiento del brutal crimen.
El próximo 25 de septiembre se cumplirá un año del asesinato de Miguel Padilla, de 71 años, y de su esposa, Lucía Rodríguez, de 68.
La investigación de este hecho estuvo a cargo originalmente del juez penal de Viedma Pedro Funes, quien procesó a Luciano Bertolini. Esa resolución fue apelada por la defensa del sospechoso y finalmente la Sala B de la Cámara Criminal de la capital provincial hizo lugar al recurso. Por esta razón, el joven imputado recuperó la libertad.
Hace unos meses, por razones de salud, Funes tomó licencia y fue reemplazado por el juez Correccional Juan Bernardi. Durante la subrogancia, este último magistrado habría solicitado a la misma Cámara (sala B) una prórroga para continuar investigando, que habría sido denegada.
Por esta razón el fiscal del caso Marcelo Alvarez, ante un inminente vencimiento del plazo legal de instrucción, insistió en el procesamiento de Bertolini y además pidió que se llame a indagatoria por el mismo hecho a Emanuel Cossio.
En la causa existirían pruebas que involucrarían a estos dos jóvenes en el doble homicidio de Sierra Grande. Habría testigos -incluido uno con identidad reservada- que en la noche del crimen se encontraban en inmediaciones del comercio que tenía el matrimonio. Existen también pericias odorológicas que habrían resultado positivas a la presencia de Bertolini en el lugar del hecho.
En relación a Cossio, por otra parte, existirían indicios que indicarían, por lo menos, que tenía información sobre lo sucedido aquella trágica noche.
Cabe recordar que este joven fue detenido por la Policía cuando arribaba a San Antonio Oeste pocas horas después del hecho, procedente de Sierra Grande.
Esta detención se habría producido ante una disposición de la investigación apenas conocido el hecho. Cerrar las salidas de la localidad y revisar el pasaje de los vehículos, sobre todo, de colectivos habría sido una de las primeras medidas dispuestas.
En diciembre pasado la sala B de la Cámara del Crimen de Viedma dispuso la libertad de Bertolini, quien había sido detenido dos meses antes, al hacer lugar al planteo de al defensa en relación al cuestionamiento de un testigo de identidad reservada, la invalidez de las pruebas odorológicas realizadas al joven y presuntas irregularidades sobre su detención con anterioridad a lo que luego lo involucró en la causa.
En su momento, la liberación de Bertolini generó incertidumbre en la comunidad de Sierra Grande, conmovida no sólo porque las víctimas eran conocidos vecinos y comerciantes del lugar sino además por la brutalidad del ataque contra la pareja, en evidente desigualdad de fuerzas.