La asamblea realizada desde las 11 de hoy en el hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti resolvió estirar una semana más, hasta el viernes próximo, la medida de fuerza de retención de servicios -paro con concurrencia a los lugares de trabajo- por lo que solamente se siguen atendiendo las urgencias. Así, unas 400 personas por día no gozan de la cobertura de los diversos programas. En breve se plegarán los hospitales de Roca y Bariloche. Se recomendó que al Servicio de Guardia de Emergencia concurran sólo los vecinos con afectaciones de mediana o alta intensidad. Empero, cada servicio en retención también tiene su guardia.
En el plenario -al que asistieron más de 100 personas- se resaltó que de acuerdo a informaciones recibidas desde el lunes venidero los hospitales de Roca y de Bariloche se pliegan a la retención.
Todo el problema -aparte de los estructurales y funcionales- partió días atrás por la falta de pago del aguinaldo y del ínfimo porcentual que se liquida por puntos de guardia, por lo que es imposible "retener" a médicos que encuentran en otros horizontes mejores perspectivas laborales y salariales. Esas fueron las gotas que hicieron rebalsar un vaso ya colmado.
En la reunión de las 11 -donde incluso estuvo la directora a cargo, Claudia Muñoz, a modo presencial- se dispuso solicitarle al ministerio de Salud de la provincia una suma fija no remunerativa en los haberes de septiembre de 3.000 pesos para todo el personal.
Junto con los médicos y los profesionales técnicos, de enfermería, radiólogos y laboratoristas, estuvieron representantes de mucamas, administrativos, cocineras, de servicios generales, mantenimiento y demás. El presidente de la Asociación de Profesionales, el doctor Cartlos Lasri, dijo que se solicitará una audiencia urgente con la ministra Cristina Uría para presentarle una nota y exponer personalmente los problemas.
Agencia Cipolletti. |