VIEDMA (AV)- El Fiscal de Cámara, Juan Ramón Peralta, solicitó cinco años de prisión para un hombre de Sierra Grande acusado de abusar sexualmente contra una nena de ocho años, hija de su hijastro.

Por su parte, la defensa del imputado, ejercida por Carlos Dvorzak, reclamó la absolución.

En el final de esta última audiencia y en el momento en que los jueces ofrecen al imputado la oportunidad para agregar lo que deseen fue llamativa la respuesta del hombre, de 65 años. Según se supo, mencionó más de una vez la palabra "error" y el perdón de Dios, negando su participación en este hecho.

Hizo mención a que estaba dedicado a cuidar a su hijastro -el padre de la nena- que estaba seriamente afectado por esta situación. También destacó que crió a los hijos de su mujer como si fueran propios. El Tribunal integrado por los camaristas Pablo Estrabou, Francisco Cerdera y Jorge Bustamante darán a conocer la sentencia el 31 de este mes.

El fiscal fundamentó su alegato en los dichos de la niña a través de la Cámara Gesell, en los informes técnicos de esa declaración grabada con la participación de una psicóloga, los testimonios de la ex madrastra de la criatura a quien la nena contó por primera vez lo sucedido, así como el del abuelo materno de la niña, que fue quien denunció el hecho.

Por su parte, la defensa sostuvo que la nena estaba inducida a decir lo que manifestó, cuestionó la Cámara y desacreditó el testimonio de la madrastra de la chiquita a través de un informe socio ambiental, entre otros argumentos

La nena con su hermanito vivió con sus padres en Viedma hasta 2005 cuando falleció la madre de ambos. En esa oportunidad su papá decidió regresar a Sierra Grande junto a su madre y el concubino de ella.

Desde ese momento y hasta fines de 2007 en que se radicó la denuncia, la niña habría sido víctima de abusos por parte de su abuelastro. Así lo habría relatado la criatura a través de la Cámara Gesell en la Justicia. A la primera persona que se lo habría confiado habría sido a la entonces pareja de su papá. La mujer habría iniciado entonces una comunicación con los familiares directos de la criatura y cercanos al abuelastro para defenderla de tal situación pero a quienes les trasmitió lo manifestado por la niña negaron que ello fuera posible, incluido el propio padre de la nena que hasta habría también escuchado el relato de la criatura.

Cuando declaró ante el Tribunal habría señalado no poder creer que ese hombre que los crió como si él y sus hermanos fueran sus propios hijos haya sido capaz de tener tal actitud con su niña.