CIPOLLETTI (AC).- A días de que el Consejo de la Magistratura decidiera elevar a la Procuración General el expediente que se inició contra la jueza María del Carmen García García por su presunto mal desempeño en el caso Otoño Uriarte, resurgieron las medidas en esta causa. Ayer la magistrada, que sigue a cargo de la investigación por la desaparición y muerte de la menor de Fernández Oro, ordenó la detención de dos de los "sospechosos de siempre". Se trata de José Jhaffri y Ángel Germán Antilaf.
Ambos serán indagados por tercera vez por el hecho, al igual que Ricardo Cau y Maximiliano Lagos, los otros dos involucrados. A ellos se sumará "un quinto imputado", trascendió ayer.
Jhaffri y Antilaf fueron aprehendidos porque también pesa sobre ellos una causa por amenazas que se inició el mismo día en que fueron indagados por segunda vez.
El pasado 3 de junio, tras negarse a declarar ante García García, ambos se habrían trasladado hasta la oficina de la comisión policial que investiga el caso, ubicada al lado del edificio de Tribunales, y "amenazaron" a Daniel Jara, el jefe del equipo.
Las detenciones fueron una sorpresa ayer, aunque el fiscal José Rodríguez Chazarreta dijo que desde hace varios días estaban evaluando esta medida en base a los resultados de pericias que llegaron desde Buenos Aires. "Esto no tiene nada que ver con lo que resolvió el Consejo de la Magistratura", aclaró el funcionario.
Desde junio se esperaba que la jueza resolviera la situación procesal de los cuatro, que habían sido indagados en la segunda ocasión como presuntos "partícipes primarios", no autores como en agosto del 2008. Esto ocurrió poco después de que los defensores solicitaran el sobreseimiento de sus asistidos, que por entonces gozaban de una falta de mérito.
En junio, Rodríguez Chazarreta reformuló la acusación y narró un solo hecho, no tres como en la primera indagatoria. Aunque los defensores cuestionaban que era "una mezcla; más de los mismo".
Les reprochó a los cuatro una supuesta "sustracción y ocultación mediante uso de violencia de la víctima por un período indeterminado de tiempo con el fin de que la misma tolerara algo contra su voluntad, pudiendo ser esto un ataque contra la integridad sexual". En estas circunstancias, entendió, los cuatro habrían estado de acuerdo y no impidieron la muerte de la menor, "procediendo luego al ocultamiento del cuerpo en un lugar no determinado para luego arrojarlo al canal principal de riego de El Treinta".
Ahora, para la tercera indagatoria, hizo otro cambio en la acusación "pero mínimo", adelantó el fiscal sin querer brindar más precisiones hasta tanto se concreten las declaraciones.
Gustavo Lucero, defensor de Lagos, pudo ver brevemente la acusación y consideró que "lo que ha hecho la fiscalía es un popurrí de hechos. Parecería que el fiscal ha sido testigo de lo que sucedió", criticó.
Lucero confirmó que un quinto imputado fue llamado por primera vez a indagatoria. Sería de apellido Saavedra.
"Esto es ya persecución", criticó por su parte Eves Tejeda, abogado de Jhaffri, Cau y Antilaf.
Los cinco fueron citados para ser indagados hoy pero al menos Lagos pasará para otro día por problemas de agenda de su defensor.
Se supo que Antilaf fue detenido en Allen y Jhaffri en Fernández Oro, donde residen.