VIEDMA (AV).- Por el presunto delito de "promoción y facilitación de la prostitución a una menor de 18 años" se pidieron ayer condenas superiores a los cuatro años de prisión.
El fiscal de Cámara Juan Ramón Peralta solicitó a la Sala B de la Cámara Criminal de Viedma que por ese delito se condene a cinco años de prisión a Vanesa Llanqueleo, quien tenía del propietario la cesión del prostíbulo con fachada de "wiskería" que además administraba.
Bajo la misma imputación solicitó para Graciela Mendoza -encargada de cobrar, pagar y llevar el control de la noche- una pena de cuatro años y seis meses.
Antes de los alegatos, en la mañana de ayer, declaró la joven que actualmente tiene 18 años y por cuya presencia en el interior del local, detectada en una inspección municipal en agosto de 2008, se inició esta causa. La chica admitió que al pedir trabajo en el lugar aseguró tener 18 años, en una primera oportunidad, y 21 después. En relación a la libreta sanitaria también coincidió con lo declarado por las imputadas, en relación a que nunca la presentó a pesar de los reiterados reclamos para que lo hiciera.
Habría admitido ante los jueces que ejerce la prostitución desde los 12 y que también lo hizo en el local de Zatti al 600.
En caso de que los jueces Pablo Estrabou, Francisco Cerdera y Jorge Bustamante coincidan con el pedido del fiscal, las dos mujeres irían a prisión.
Peralta fundamentó los pedidos de condena en algunos testimonios, entre ellos el de una ex alternadora del local nocturno, quien confirmó la presencia de la joven a quien llamaban por un apodo. También argumentó la existencia de tres dormitorios con camas en el sector trasero del edificio, donde dormían las mujeres y también hacían "pases", tal como se denomina al ejercicio de la prostitución. Valoró como prueba importante un registro que se llevaba en un cuaderno donde se detallaba la actividad realizada por cada una de las mujeres (copas y pases), así como el testimonio de la joven sobre la función que allí cumplió durante el poco tiempo que permaneció.
Al momento de la inspección en ese local, trabajaban allí la menor de edad y tres mujeres extranjeras, quienes mantenían relaciones sexuales con sus clientes en el sector posterior del local.
En el final de las audiencias Mendoza pidió "que se haga justicia" y Llanqueleo se consideró más víctima que la joven, al señalar que la chica seguía en su mundo y ella no podía "levantar la cabeza".