Lunes 17 de Agosto de 2009 > Sociedad
Un recorrido por el té para transitar con todos los sentidos
En "El camino de té" Inés Berton, da a conocer todos sus secretos sobre la bebida más consumida en el mundo después del agua. Esta emprendedora llegó a diseñar blends especiales para el Dalai Lama, entre otros.
La cultura del té y sus costumbres, leyendas, consejos, anécdotas, así como los recorridos geográficos de sus mejores cosechas aparecen reunidos en la colección de fascículos "El camino de té" de la argentina Inés Berton, dueña de un olfato absoluto que le permite ser `nariz de té`, un oficio que comparte con unos pocos en el mundo.

Viajar a la India a seleccionar una base de té negro para luego mezclar con vainillas de Madagascar, cacao de Venezuela y cítricos del Mediterráneo fue durante años el día a día de esta emprendedora treintañera que llegó a diseñar blends especiales para el Dalai Lama, los Reyes de España, Lou Reed o Carlos Fuentes, entre otras personalidades.

En los fascículos (publicados por Aguilar) que desde esta semana se consiguen en diarios y revistas del país y que vienen con una latita de té especial de regalo, Berton da a conocer todos sus secretos sobre esta bebida -la segunda más consumida en el mundo después del agua- considerada por muchos como un viaje espiritual, mágico y terrenal, lujoso y accesible.

Los originales y atractivos blends de Berton, que le reportaron fama y prestigio internacional, van de la frescura de un té blanco con flores amarillas iraníes y clementina, o el tropical té negro con ananá caramelizado y maracujá, hasta el exótico Indian Market, con canela, jengibre, cardamomo y un poco de pimienta, entre más de cien variedades.

¿Pero cómo llegó a convertirse en diseñadora de combinaciones de té? "Un poco de casualidad, de chica tenía fuertes dolores de cabeza y con el tiempo descubrieron que tenía un olfato muy desarrollado, absoluto, así que empecé a estudiar como perfumista en Francia, pero no me gustaba el mundo de los laboratorios", cuenta Berton en una entrevista con Télam en la coqueta avenida Alvear, done posee uno de sus locales de té.

De allí se fue a Nueva York, donde conoció a su mentora y maestra, la japonesa Fumiko -sexta generación de especialistas en cosechas de té- con quien viajó durante años a las plantaciones del noreste de India, China, Japón, Sri Lanka para seleccionar las hojas para marcas de té de Europa y Estados Unidos hasta que en 2001 decidió volver a la Argentina y abrir su propio local en Recoleta, que hoy tiene sedes en San Isidro y Barcelona.

"Hace ya 16 años que diseño blends y siempre estoy recreando un perfume que me inspiró, una historia que alguien me contó, una muestra de arte, una fiesta, una clase de yoga, o empezó la época de jacarandá o llegué casa y mi marido que es chef (Rodrigo Toso) estaba cocinando un postre, o entré a un jardín de un museo de Londres.. así salen los blends", detalla.

"El Dalai Lama contaba en uno de sus libros que cuando el ambiente y la gente que te rodea encuentra su armonía, uno se abre desde lo mas noble, con frescura y naturalidad, y quise recrear esa idea que me encantó, entonces diseñe para él un té verde con flores de jazmín enrolladas a mano y cuando lo ponés en una taza de agua caliente, la flor se abre en tu taza", contó.

Con la habilidad de crear ideales combinaciones, Berton diseñó también un blend en honor a Frida Kahlo, a base de té negro, cacao mexicano y almendras tostadas y otro que bautizó Toffee Dear y dedicó a su marido como regalo el día de su casamiento, de té verde tostado con coco rallado y 'butter toffee', en base al aroma del pan tostado.

Berton tiene la capacidad de descubrir las más finas variaciones aromáticas o saber de qué punto del planeta proviene una hierba preciada, por eso su intención es crear un blend único que ayude a viajar con los sentidos a los más exóticos sitios, tal como se propone en esta ruta del té, a base de imágenes, consejos e incluso recetas de cocina.

Según cuenta en los fascículos, la preparación de una buena taza de té tiene muchas variables, pero de todas, las dos más importantes son el tiempo y la temperatura del agua: "por favor que el agua no hierva", ruega la especialista, poseedora también de una colección de más de 500 teteras de todo el mundo.

Telam

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