CIPOLLETTI (AC).- Un nuevo eslabón se sumó a la trágica cadena de víctimas mortales en accidentes de tránsito en la zona. Ayer a la mañana un auto mediano, en jurisdicción cipo leña, se desvió hacia la banquina de su propio carril y chocó contra una columna de alumbrado público, en un impacto impresionante que provocó la muerte del conductor, la única persona que se movilizaba en el vehículo.

El hecho fue confirmado por el comisario Erik Henríquez, jefe del destacamento de Seguridad Vial de la policía rionegrina ubicado en cercanías a los puentes carreteros.

"Hubo un accidente fatal. Estamos investigando. El auto quedó secuestrado y el occiso se halla en la morgue judicial de General Roca", dijo Henríquez, sin avanzar más de ahí, en medio de la vorágine de la tarea relacionada con el infausto suceso.

De tal magnitud resultó el impacto -hasta anoche sin testigos ni nadie que aportase datos fehacientes- que debieron trabajar por más de media hora los bomberos con sus instrumentos especiales para cortar metales y plásticos y extraer del rodado el cuerpo politraumatizado e irreconocible del malogrado conductor, de 36 años de edad.

Después se supo que el hombre fallecido era Evaristo Julián Vázquez, un vecino cipoleño. El suceso se produjo en la bruma mañanera entre las 7.15 y las 7.30, a unos 1.000 metros del paraje Puente 83, sobre la ruta provincial 65 -la "Chica"- ya en jurisdicción cipoleña, cuando en el área se movilizaba en dirección este-oeste, el Fiat Siena color rojo dominio BQN 978 conducido por la víctima fatal.

Por causas que se desconocen el auto derivó a la banquina de su mismo carril, y se incrustó en la columna de alumbrado, deslizándose luego pero sin zafar de esa posición.

El hombre habría muerto instantáneamente y los destrozos en el auto son totales.

Las hipótesis extraoficiales son varias. Desde que un vehículo mayor que circulaba en dirección contraria pudo haber desestabilizado al Fiat hasta la posibilidad que un piedrazo en el parabrisas que hubiera hecho perder el control al conducor.

Tampoco se descartaba que el hombre pudiera haber padecido algún tipo de mareo o descompensación por problemas de salud.

Eso quedará develado en la autopsia que se le realizó ayer en la morgue judicial roquense.

Los idóneos de Seguridad Vial trabajaron por más de dos horas tomando mediciones, buscando frenadas o rastros de elementos extraños, incluso estado de banquina y del borde de ruta a la altura del fatal suceso.

Mientras, otra sección lo hacía en el auto siniestrado, en el depósito judicial de Cipolletti.