Lunes 17 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 16 > Internacionales
Toma temperatura la carrera presidencial para el 2010 en Brasil

BRASILIA.- La intención de la ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, de lanzar su candidatura a la presidencia de Brasil ha revolucionado el escenario de la elección del 2010, que definirá quién sucederá al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

Una reconocida ambientalista de 51 años que dejó hace uno el gobierno de Lula alegando falta de apoyo a sus proyectos ambientales, Marina Silva ha anunciado que estudia seriamente la oferta del Partido Verde.

Para ser su candidata, deberá dejar el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. El anuncio ha puesto a Brasil en un clima de pre-campaña ante una elección que definirá al sucesor de Lula, que está en el poder con niveles de popularidad históricos desde enero de 2003, pero que no puede ser candidato porque la ley brasileña prohíbe más de dos mandatos consecutivos.

El panorama para 2010 presenta dos pre-candidatos principales: la ministra jefe de Gabinete, Dilma Rousseff, una ex guerrillera y dama de hierro del gobierno, poco conocida en la opinión pública pero que es la candidata de Lula a sucederlo, y el gobernador de Sao Paulo, el socialdemócrata José Serra, que se espera encabezará la principal candidatura de oposición y que arranca con fuerza en las encuestas.

Los partidos no han oficializado esas candidaturas y negocian las alianzas.

En ese ambiente, la decisión del minúsculo Partido Verde de meter ruido tiene sentido: en un país que acoge el mayor bosque tropical del planeta, lidera la producción de etanol combustible de caña de azúcar y es clave en el debate sobre el cambio climático, la candidatura de Marina Silva "hará que la cuestión ambiental tenga mucha más relevancia", declaró el ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc, que hace veinte años cambió el PV por el PT. (AFP)

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