Lunes 17 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 26 > Policiales y Judiciales
Según peritos, acusado de crimen "no comprendió" lo que hacía
Se trata del imputado por un sangriento asesinato, en Roca. Afirman que la ebriedad "alteró sus capacidades".

ROCA (AR).- Las conclusiones de los peritos del Cuerpo Médico Forense podrían dar un vuelco rotundo al juicio que se sigue contra un joven de Roca procesado por "homicidio calificado por alevosía". Ramón Orlando Sosa, apodado "Zangoria", está siendo juzgado por la Cámara Criminal Segunda de Roca, acusado por el asesinato de su novia, Laura Nahuelcar, quien en la noche del 27 de febrero del año pasado murió a causa de 50 puñaladas que le habría aplicado el imputado, en su casa del barrio Quinta 25.

Las pruebas del expediente son numerosas y Sosa se encaminaba hacia una condena casi segura hasta que se conocieron los rotundos resultados de la pericia encomendada a una Junta Médica del Cuerpo Médico Forense. "Al momento del hecho, el entrevistado Orlando Ramón Sosa presentaba una alteración significativa de sus capacidades cognitivas y volitivas que le impedían comprender la criminalidad del acto que habría llevado a cabo, como así se encontraba imposibilitado de dirigir sus acciones coherentemente", reza el dictamen firmado por el médico forense de Roca Ismael Hamdan; la psicóloga forense María Eugenia Abaca y el psicólogo forense Sergio Blanes Cáceres.

Palabras más, palabras menos, el dictamen indica que Sosa se encontraba tan alcoholizado al momento de los hechos que podría considerarse que actuó en estado de inimputabilidad penal, por lo que podría ser absuelto de los cargos y cometido a un tratamiento por su adicción.

"El examinado no requiere internación por cuestiones médicas, aunque sí resultaría apropiado que se lo someta a un tratamiento psicoterapéutico destinado a que pueda ejercer un mejor control de las ingestas alcohólicas a los fines de evitar episodios de ebriedad", afirma el dictamen, en el que también se sostiene que Sosa "no reviste peligrosidad para sí o para terceros, aunque sí podría serlo para terceros en episodios de ebriedad".

Esta última afirmación, sobre la personalidad normalmente pacífica de Sosa, fue ratificada por casi todos los testigos que ya desfilaron en el juicio ante la Cámara Criminal. Ahora el dictamen de los forenses -que no es vinculante para los jueces- deberá ser analizado a la luz de los demás elementos de prueba que obran en la causa para determinar, finalmente, si el hombre de 33 años es condenado o no a la pena de prisión perpetua, que es la que correspondería de acuerdo con el Código Penal a la imputación por la que llegó procesado a juicio.

Los alegatos finales de la defensa, la querella y la fiscalía se realizarían esta semana.

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