Esta carta pretende ser de carácter reflexivo, en el sentido de que podemos asegurar que los símbolos en los que se basó nuestra identidad nacional parecen ser escasamente significativos para los jóvenes.
Durante el lapso que va de mayo a agosto, la Argentina evoca sus principales fechas como Nación: el 25 de mayo, la formación del primer gobierno criollo; el Día de la Bandera (20 de junio), el 9 de julio la Independencia y el 17 de agosto, la muerte del libertador de nuestra patria, el general José de San Martín.
Me da la impresión de que cuando en las escuelas se suceden los actos y las clases explicativas de los hechos mencionados muchos alumnos y sus padres sienten que asisten a un rito estereotipado con más forma que contenido (esto me lo dicta la experiencia como docente de escuela media durante muchos años).
Me da la impresión de que la palabra "patria" ha caído en desuso.
No nos olvidemos de que un pueblo no debe renunciar a su memoria histórica, para conocer de dónde viene, para saber que debe asumir críticamente su presente, aun en medio de todas las dificultades y los desalientos, y que debe tener la voluntad de construir un porvenir más adecuado para no carecer de solidaridad y de esperanza. ¿Será porque a las fechas patrias se las cambia de día en pos de una razón comercial o turística que se las desvincula de su historia?
Cuando padres y docentes seamos capaces de comprender esto, podremos hacerlo vivir en nuestros hijos y alumnos con verdadero amor patriótico.
Beatriz Carolina Chávez, DNI 6.251256
Neuquén