Domingo 16 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 48 > Deportes
El privilegio de estar en la butaca derecha

"En quince minutos te espera (Claudio) Menzi para dar una vuelta en el nuevo Subaru". Del otro lado del celular llegaba la invitación de Gabriel Raies, mánager del piloto cordobés y último ganador por el Argentino en Tucumán. Imposible desechar la oportunidad.

El shakedown, que se utiliza para probar los autos, es un verdadero tramo de velocidad, con semáforo de largada y toma de tiempos.

Menzi espero tranquilo el momento, con un singular gorro que lo protegía del frío. Los mecánicos del equipo Barattero terminaron de repasar el Subaru, calzaron los nuevos neumáticos y todo quedó listo para dar otra vuelta.

Butaca muy ajustada para el tamaño del navegante y mucho trabajo de los auxiliares para colocar los cinturones de seguridad.

Primero prendió el intercomunicador, después puso en funcionamiento el motor del Subaru y a esperar en la cola el turno para largar.

De movida, el Subaru sorprende con su potencia de abajo cuando el "Mariscal" lo aceleró todo al ponerse el semáforo en verde. Una curva larga a la derecha, un sube con izquierda y rumbo a lo más alto de Canal 10. Poco menos de un kilómetro alcanzan para recuperar la respiración y confiar en la plasticidad del piloto para manejar el auto en medio de los huellones que se formaron.

"¿Vas bien?", se interiorizó Menzi. Antes de la respuesta, una curva a la derecha, con una bajada pronunciada y a los lomos. Cómo cambiaron estos autos, qué maravilla la suspensión. El auto se suspende en el aire y cuando cae, trasmite toda la potencia para ir en busca de otra curva.

Menos de 2 minutos para disfrutar de la potencia de un auto que es igual o mejor a los que participan del Mundial en el Grupo de Producción y de la calidad de manejo de un piloto de exportación, que en el tramo de enlace cuenta que "esto es maravilloso, el rally te exige más que la pista. Vas siempre al límite, y no como acá que son tres kilómetros. ¿Te imaginás en Aeropuerto, Defensa Catini o Cervantes... No alcanzás ni a respirar?".

Y... sí. Basta con cerrar los ojos unos instantes para imaginarlo. Virtuosos al volante, lo mismo que los navegantes, los ojos de los pilotos para llevarlos lo más rápido posible en medio de los caminos polvorientos en la "Manzana".

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