NEUQUÉN (AN).- Los aspirantes a policía, que todavía no inician las clases, serán preparados en menos de la mitad de tiempo para que en diciembre egresen y en enero estén en la calle portando un arma. Organismos defensores de los derechos humanos advierten sobre los riesgos que representa esto y temen futuras tragedias (ver recuadro).
Después de meses de dilación por falta de fondos los jóvenes aspirantes a ingresar a la fuerza de seguridad podrán a partir de la semana que viene realizarse el examen preocupacional en los efectores públicos de la provincia.
Esta era la principal traba para que las clases que deberían haber arrancado en abril todavía no hayan comenzado.
De los 650 inscriptos que se registraron en todo el territorio provincial sólo 430 superaron los exámenes psicológicos, de conocimiento general y algunos quedaron en el camino debido a que no pudieron aprobar las materias que adeudaban de la secundaria.
El examen preocupacional que se venía realizando con una empresa privada tenía un costo aproximado por ingresante de 350 pesos lo que exigía a la fuerza un desembolso de casi 150.000 pesos. Los fondos nunca estuvieron disponibles y a pesar de los intentos conjunto del ministro de Seguridad, César Pérez, y el jefe de Policía, Juan Carlos Lepén, nunca lograron doblarle el brazo a la ministra de Hacienda, Esther Ruiz, por lo que se vieron obligados a generar un convenio con los hospitales públicos.
Los aspirantes que están en la capital neuquina deberán asistir a partir de la semana próxima al hospital Bouquet Roldán y en el interior a los efectores de la localidad más cercana.
Se estima que tras el preocupacional, que finalizaría en un mes, varios aspirantes más quedaran en el camino. Los motivos principales de exclusión en esta etapa son problemas cervicales y de vista.
Concluido los estudios médicos los ingresantes que queden iniciarán el cursado que se extenderá hasta diciembre, fecha en que egresarán. Habitualmente la preparación de un agente dura unos nueve meses y esta nueva camada no tendrá ni la mitad de tiempo pero, según confió Lepén, "a partir de enero ya estarán en la calle y acompañados por un agente con mayor experiencia".
Lejos de mostrarse preocupado por el escaso tiempo de capacitación tendrán los futuros cadetes el jefe de la Policía aseguró que "estos nuevos efectivos deberán realizar un posgrado a partir de enero para terminar de formarse".
Lo cierto es que nuevos uniformados con escasa experiencia estarán en la vía pública portando un arma con tan sólo cuatro meses de preparación y sin la certeza de que estén psicológicamente listos para usar el arma en momentos de tensión.