"Acá lo que falta es demanda. No cumplimos con las expectativas para ser una estación aérea competitiva".
Las palabras corresponden a Oscar Villani quien además de ser el director general de Transporte de la provincia de Río Negro, es el presidente del Aeroclub de General Roca, la institución propietaria de las tierras donde se encuentra asentado el aeropuerto, y que ahora está en manos del Estado rionegrino.
El tema -según explicó- es que las empresas aerocomerciales demandan un mínimo en la venta de pasajes porque sino el servicio no termina nunca de ser rentable para los prestadores del servicio.
"En una nave de 85 plazas, con suerte, subían 20", recordó Villani quien no se mostró con muchas expectativas para que el aeropuerto de Roca, vuelva a tener una época de esplendor como a mediados de la década del 80, cuando varias empresas tenían a General Roca como punto de referencia.
Aclaró que acá el tema no tiene nada que ver con el aeropuerto y si hay un servicio, se pone en funcionamientos las exigencias mínimas (bomberos y asistencia médica) para su funcionamiento.
"Acá bajó el Tango 01 (en la última visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a Río Negro) hace muy pocos meses. El tema es que podemos ofrecer un vuelo por semana pero en el aeropuerto de Neuquén salen tres o cuatro por día", dijo el funcionario, quien aseveró que cuando se tuvo el servicio "los usuarios no lo utilizaron".
Un proyecto que sumó fracasos
Fue a principios de 1995 que comenzaron a trascender las primeras informaciones sobre el nuevo aeropuerto de cargas de Roca. El proyecto era sumamente ambicioso y se llegó a hablar de una inversión de 90 millones de pesos para ampliar pistas y construir un frigorífico para productos destinados a la exportación, y un tanque para almacenamiento de combustible. El proyecto, impulsado por la gestión del ex gobernador Pablo Verani terminó en un rotundo fracaso, con causas judiciales de por medio y pérdidas importantes para las arcas provinciales.