Sábado 15 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 41 > Cultura y Espectaculos
¿Qué es Woodstock 40 años después?
Hoy se cumple un nuevo aniversario del concierto. La reunión fue símbolo de toda una generación.

LOS ÁNGELES/NUEVA YORK (DPA).- Woodstock se inició como un concierto de rock, pero se convirtió en un símbolo perdurable de toda una generación.

Incluso antes de que Jimi Hendrix completara su versión desgarrada en su guitarra del himno nacional estadounidense, The Star-Spangled Banner, el evento había adquirido ya un lugar indeleble en la historia.

Woodstock no fue sólo el mayor concierto de la historia del rock, sino también un símbolo del sueño de amor, paz y armonía en la época de la Guerra de Vietnam, el conflicto racial y los problemas económicos. Incluso 40 años después de aquel evento, que tuvo lugar entre el 15 y el 19 de agosto de 1969, Woodstock mantiene su estatus de hito cultural y social. Si en su momento demostró al asombrado mundo que la generación hippie efectivamente podía tener razón en algo, ahora parece que muchos de aquellos valores tantas veces ridiculizados que propugnaba la generación de los turbulentos años 60 vuelven a cobrar vigencia.

Los "baby boomers", como son conocidos ahora, siguen recordando aquellos días con nostalgia y orgullo. "Nos dio una formidable sensación de fe en nuestras propias posibilidades", relata el psicólogo infantil Anthony Hoffman, quien tenía 21 años cuando se sumó a la peregrinación al norte de Nueva York para aquel fin de semana clave. "El evento estaba tan desorganizado, las condiciones climáticas eran tan adversas y, sin embargo, todo el mundo estaba viviendo claramente el mejor momento de sus vidas. Fue una experiencia inmensamente poderosa que influenció toda mi vida", agrega.

La importancia del concierto queda reflejada en la gran cantidad de libros sobre Woodstock que están llegando a las librerías estos días. Se publicaron más de una decena de historia, relatos personales, compilaciones musicales e incluso libros para niños. Además, se estrenará próximamente en los cines "Taking Woodstock", del ganador del Oscar Ang Lee.

Los organizadores de Woodstock no tenían ningún lema político en mente cuando comenzaron a planear el evento. Su idea era hacer dinero reuniendo a algunos de los mayores astros del mundo del rock del momento en un masivo show al aire libre.

Esperaban en un principio no más de 50.000 personas, y después de que numerosos intentos de arrendar un lugar apropiado fueran bloqueados por los residentes locales, se unieron al propietario de un hotel en Bethel, Nueva York, con un permiso para un concierto de música de cámara, y alquilaron una finca cercana de 240 hectáreas por 75.000 dólares.

El concierto al aire libre rápidamente atrajo a numerosas estrellas y a sus legiones de fans. La lista de actuaciones para los primeros dos días incluyó a astros como Richie Havens, Ravi Shankar, Joan Baez, Country Joe MacDonald, Santana, The Grateful Dead, Creedence Clearwater Revival, Janis Joplin, Sly and The Family Stone, The Who y Jefferson Airplane. Los siguientes dos días contaron con Joe Cocker, Country Joe and the Fish, Ten Years After, The Band, Crosby Stills, Nash and Young, Paul Butterfield Blues Band y, el más famoso de todos, Hendrix y su Stratocaster blanca.

Unas 500.000 personas se acercaron al lugar con el barro hasta los tobillos. Y casi la misma cantidad de personas quedó en el camino, dado que las carreteras quedaron atascadas y la policía cerró las rutas alternativas. El único reportero allí era de "The New York Times". Sus editores lo intimidaron a escribir sobre la catástrofe que se esperaba que ocurriera, pero él se negó. "Fue difícil convencerlos de que la relativa falta de problemas serios y la fascinante cooperación, solidaridad y educación entre tanta gente era justamente el punto significativo", dijo Barnard Collier. Finalmente, se impuso y su portada histórica ayudó a retratar Woodstock como "el accidente increíble y bellísimo que fue".

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