Sábado 15 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 48 > Contratapa
El verdadero final de los Redondos
Skay y el Indio se cruzaron duro en distintos medios. Más que artísticos, los motivos son económicos.

Skay Beilinson, a través de un reportaje, y el Indio Solari por medio de una carta abierta, encendieron el fuego cruzado de una mecha que alguna vez iba a prenderse: la verdad sobre el final de los Redondos, una de las bandas más emblemáticas de la historia del rock argentino.

En un reportaje publicado por "La Nación", Skay, que está a punto de lanzar un nuevo disco, habla sobre el final de la banda y dice: "Todo se terminó cuando nos dimos cuenta de que uno de nosotros se quería apropiar de ese proyecto tan hermoso que fue Patricio Rey, que había nacido como la comunión y el aporte de muchos artistas y no los deseos de uno solo".

-La última vez que vi a Solari, estaba muy enojado con ustedes -le dice el periodista-.

-Yo no estoy enojado. Muchos comparan a una banda con las relaciones de pareja, y bueno, por ahí él todavía no terminó de hacer su trabajo, pero ya le va a llegar. Fueron más las cosas que nos unieron que las que nos separaron -dice Skay-.

Hasta ahora, las razones del divorcio de una de las bandas más populares del rock y un verdadero mito por su trabajo independiente, y por la labor del trío creativo Indio-Skay-Poli, habían quedado escondidos bajos siete llaves.

Desde el inicio de la carrera solista de ambos, la mala onda podía percibirse, en especial por el Indio que llegó a reclamar al menos un concierto de despedida para la gente, las tribus ricoteras. Pero hoy esa paz, esa tregua, llegó a su fin y la respuesta de Solari -vía correo electrónico a la revista Rolling Stone y al sitio www.redonditosdeabajo- evidencian que uno de los motivos, quizá el menos deseado por los fans, es económico y tiene que ver con la comercialización de material fílmico y sonoro del grupo.

En su carta emitida horas después de que saliera la edición del diario "La Nación", Solari señala que "hasta el día de hoy, y tratando de proteger la memoria de una de las bandas más queridas por sus seguidores, he callado los verdaderos motivos de la separación artística de los Redondos".

Solari atribuye su enojo a la declaración de Skay cuando dijo que "alguien quiso apropiarse de la gloria del grupo" e indicó que "nadie puede pensar que fueran Semilla (Bucciarelli, bajista), Walter (Sidotti, baterista) o Sergio (Dawi, saxofonista). Además si, como dice, tanto le aportaba el grupo, qué fue lo que impidió que siguiera con ellos".

"Los soportes de grabación (audio y video) de todos los shows de los Redondos (Huracán, Racing, River, etc.) quedaron en depósito en casa de Skay porque Poli era la encargada de contratar los servicios que los proporcionaban. Esto nunca me incomodó porque confiaba en una amistad de muchos años", relató So- lari.

Pero luego añadió: "Un par de años antes del final se me ocurrió pensar que algún motivo (¿un accidente?) podría hacer que me viera obligado a reclamar ante parientes y desconocidos lo que por derecho formaba parte de mis intereses". "A partir de ese momento, esporádicamente y con más pudor del necesario, pedí se hicieran copias para tenerlas a mi guarda y que a su vez sirvieran de protección", continuó narrando el vocalista.

"(Skay y Poli) Siempre coincidieron (de palabra) en qué era lo aconsejable. Pero extrañamente, el tiempo pasó y siempre esgrimían una excusa", se explayó.

Solari contó que "la noche definitiva (un rato antes estábamos en un bar hablando con un cronista sobre un próximo show) me puse firme en mi requerimiento y esa actitud desembocó (ante la negativa) en el rompimiento de la sociedad artística".

"Hasta el día de hoy Poli y Skay están sentados sobre ese material, cuya custodia artística he reclamado en silencio público hasta hoy. Sigo con mis dudas al correr este velo, pero las declaraciones vertidas por Skay me han obligado", remató el Indio.

Solari se permite burlarse del guitarrista al señalar que lamenta "que la alta espiritualidad de Skay, producto de su viaje a Fez, no haya despertado antes de los sucesos que me dispongo a detallar y que son, desgraciadamente, bastante más materiales que las ´diferencias artísticas´ que en entrevistas anteriores supo esgrimir como los motivos del fin del vínculo". "Todavía ahora tengo para mí que no se puede arrebatar un éxito genuino. Basta dejar correr un poco el tiempo para que todo quede en claro".

Puede ser. En todo caso, el tiempo corrió, y lo que queda en claro es el triste final de una de las mejores bandas.

(Agencias)

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