TEGUCIGALPA.- El gobierno de facto hondureño de Roberto Micheletti gestiona casi normalmente los asuntos nacionales un mes y medio después del golpe de Estado del 28 de junio, pese a la presión de los seguidores del depuesto presidente Manuel Zelaya y de la comunidad internacional.
Micheletti no ha conseguido el reconocimiento de ningún país, pero ha buscado restablecer la normalidad interna y conformar sus equipos de gobierno, mientras continúan operando los poderes Judicial y Legislativo, artífices del derrocamiento de Zelaya.
Aunque las escuelas públicas están paralizadas desde el golpe, las oficinas estatales trabajan normalmente, salvo algunas donde los sindicatos han declarado paros, desacatados por la mayoría de los trabajadores, como los 28 hospitales del país que prestan sus servicios en 80%, según fuentes médicas.
También trabajan normalmente el comercio y las empresas, aunque han sufrido pérdidas superiores a los 100 millones de dólares por la crisis política, según dirigentes del sector privado.
Micheletti respiraría más tranquilo de no ser por las estridentes manifestaciones de los zelayistas, que se han ido apagando en diferentes zonas del país, pero persisten pujantes en la capital y en San Pedro Sula, la segunda ciudad hondureña.
En este sentido, la Fiscalía acusó de "sedición y daños´´ a dos docenas de partidarios del derrocado Zelaya arrestados tras protestas para exigir la restitución de su líder, medida considerada como "represión judicial´´ por el movimiento que rechaza al gobierno de facto.
La fiscalía de Delitos Comunes encausó por robo, sedición, daños a la propiedad privada y manifestaciones ilícitas contra la seguridad del Estado a 24 personas, de las cuales 13 quedaron en libertad condicionada la madrugada de ayer pero siguen con los cargos vigentes. Los otros 11 permanecen detenidos en la Penitenciaria Nacional, informó Melvin Duarte, vocero del Ministerio Público.
Otras cuatro personas arrestadas el martes fueron acusadas de "incendio agravado y terrorismo´´ por los disturbios del martes, cuando un autobús y un restaurante de comida rápida fueron incendiados. También quedaron en libertad condicional.
Eulogio Chávez uno de los líderes del llamado Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado rechazó las acusaciones hacia los manifestantes y señaló que el gobierno de facto "se está aprovechando de que tiene los tribunales en sus manos´´.