El intendente Oscar Romera volvió esta semana a los tribunales de Bariloche, esta vez para declarar ante el juez Martín Lozada por la venta indebida de un lote, originada en la denuncia de una vecina que se sintió perjudicada. El hecho ocurrió en 2002 y la mujer, quien es empleada municipal, detalló en su presentación que se trata de un terreno dentro del predio que ocupa el IPPV y Casa Rionegrina.

Despues de aclarar que no teme pasar por los estados judicales “las veces que sea necesario”, el jefe comunal subrayó su convicción de “haber actuado bien en este caso, porque tengo la tranquilidad de conciencia de haber ayudado a una señora que estaba muy necesitada, aunque hasta la fecha nunca ocupó ese lote”.

Romera se presentó ante el mismo juez que lo investiga por “instigación a la violencia” y “ejercicio abusivo de sus funciones”, en referencia a los hechos del sábado negro” del 2 de febrero del año pasado, cuando guardias municipales y la policía desalojaron a los artesanos golondrinas de la plaza Pagano.

“Ya no saben de qué acusarme –valor-, me siguen vapuleando con denuncias, con operaciones mediáticas y son siempre los mismos personajes, que nunca me pudieron ganar una elección”, justificó.

Fiel a su estilo, el intendente de El Bolsón aprovechó para hablar de política partidaria y hasta se animó a pedir espacio “para otros actores en el escenario del radicalismo, que no son los que están hoy en los medios ni empapelando la provincia con sus candidaturas”.

También reclamó “cambios en la metodología de gobernar” y razónó que “los intendentes seguimos siendo los convidados de piedra en los arreglos de cúpula, quizás porque no sabemos trenzar”.

Fernando Bonansea fernandobonansea@yahoo.com.ar