Néstor Kirchner salió a escena y abrió el camino horas antes de la cumbre entre Cristina Fernández y Julio Grondona, en la casa Rosada. El ex presidente no anduvo con vueltas, dijo que los partidos deberían ser "gratuitos para todos los argentinos" y que hay que "terminar con las prácticas monopólicas".
Por primera vez, Kirchner habló públicamente sobre el affaire que envuelve al fútbol y lo hizo durante una inauguración de viviendas en Ciudad Oculta, en el barrio porteño de Villa Lugano y horas antes del encuentro en la Casa Rosada.
"Creo que es muy importante democratizar la Argentina y todas sus estructuras", dijo y puntualizó que "el fútbol tiene un claro contenido de cultura popular y debe ser de acceso para todo el mundo".
"Hay que darle gratuidad y darle la misma posibilidad a todos los argentinos" a la televisación del fútbol, sostuvo, e insistió en que ello será "un paso importante para todos los argentinos".
Cuando la consulta se caía de madura, se anticipó y dijo: "No soy amigo de Grondona, no tenía por qué reunirme con él y en ningún momento hablé con Grondona. Cuando quiso hablar con el Gobierno lo hizo con el Aníbal Fernández". En el final, tiró una futbolera: "Además, él es de Independiente y yo soy de Racing".
Si del jefe de Gabinete se trata, también habló y le tiró la pelota a Cristian: "Si la Presidenta lo considera conveniente van a empezar los análisis".
Pese a enfatizar que desconoce "cuál es la propuesta propiamente dicha" de la AFA, pero resaltó que habrá que "vender el producto que es muy requerido" y confió que por ello "los números deberían dar positivo".