Jueves 13 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
Campanella regresó a género policial

"El secreto de sus ojos" marca el regreso de Juan José Campanella al policial negro, con una historia donde Ricardo Darín encarna a un empleado judicial jubilado que retoma una vieja historia de amor a través de la escritura de una novela basada en un crimen del que fue testigo y protagonista.

Con las actuaciones de Darín, Soledad Villamil, Pablo Rago y un sorprendente Guillermo Francella, "El secreto de sus ojos" llegará hoy a las salas de Village Cines Neuquén (ver horarios en cartelera), mientras que a la vez fue seleccionada para competir en las secciones oficiales de los festivales de Toronto y San Sebastián.

Doce años después de "Ni el tiro del final", el policial negro que filmó en 1997 en los Estados Unidos, Campanella adaptó la novela "La pregunta de sus ojos", de Eduardo Sacheri, para narrar esta historia donde el personaje central es Benjamín Espósito (Darín), que acaba de jubilarse tras de trabajar toda una vida como empleado en un juzgado penal.

"El género policial me gusta mucho, pero prefiero una novela que mezcle varios acordes y lo que me encantó del libro de Sacheri es que me daba la oportunidad de trabajar dentro del policial negro pero sumándole humanismo y cotidianeidad", afirmó Campanella en diálogo con Télam y otros medios de prensa.

"Pensé en hacer algo que tuviera una polifonía de líneas dramáticas, que tuviera unidad y que no fuera incoherente ni confuso. Quería que tuviera a la vez elementos de un drama, un policial y una comedia", agregó Campanella.

En la película, la novela que escribe Espósito es, en apariencia, la historia de un crimen pasional ocurrido en Buenos Aires en 1974 y de la investigación para hallar al culpable, pero al mismo tiempo esas memorias lo llevarán a reavivar un amor nunca concretado con su compañera de trabajo, una mujer fuerte y vital que interpreta Villamil.

Así, aunque Espósito suponga que la historia que teje habla únicamente del pasado, su búsqueda ilumina de un modo descarnado su propia vida y su presente, y lo pone de frente con un dilema de amor que lo obsesiona desde hace demasiado tiempo.

En ese sentido, Darín señaló que "es una historia de amor que se toca tangencialmente con el caso policial que ellos investigan. El núcleo de la película está atravesado por la fusión entre estas dos historias. Mi personaje está atravesado por una historia determinante que le quedó grabada para toda la vida, y 25 años después vuelve a desandar ese camino. Transitando nuevamente el caso judicial para escribir una novela, vuelve a activar la relación sentimental que tenía con ella". (Télam/AR).

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