La ex ministra de Salud y ex titular del PAMI, Graciela Ocaña, consideró hoy que actualmente "cambió" la "decisión política" de "transformar a la Argentina", que, a su entender, tuvo Néstor Kirchner durante su presidencia.
Ocaña reconoció que se fue del gobierno con "un poco de tristeza" y aseguró que a raíz de sus denuncias contra el sindicalismo suele recibir "cartas documento para que me calle, pero no me van a callar". La ex ministra estimó, en diálogo con radio Mitre, que Kirchner "cayó" en la consideración pública al aliarse con el líder de la CGT, Hugo Moyano, "porque perdió el apoyo de otros sectores".
Por eso, la derrota del kirchnerismo en los comicios de junio último "ha sido un llamado de atención", consideró. "No me fui con enojo, pero sí con tristeza. Me fui cuando creí que debía haberme ido. Creí que el proyecto (kirchnerista) venía a romper con viejas estructuras que habían condicionado a la Argentina, pero la idea de dependencia de Moyano es destructiva y disruptiva del proceso de transformación que había comenzado en 2003", expresó la ex funcionaria.
Tal como había dicho días atrás, Ocaña reiteró sus críticas al oficialismo por haber "caído en 'Moyanolandia', en el toma y daca, en el quiero tal cosa, a tal funcionario, cuando eso corresponde al Estado".
En ese sentido, criticó la designación de Ricardo Bellagio al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación, y la calificó de "un retroceso". Bellagio, sindicado como cercano a Moyano, "forma parte de las estructuras" que Ocaña dijo combatir. "Kirchner transformó la Argentina, ha hecho mucho, y por eso no comprendo el cambio" de 2003 a esta parte, añadió.
Para la ex ministra de Salud, "hubo un Kirchner con el 22 por ciento de los votos (en 2003), que necesitó ir con el sentido común y que hizo transformaciones, pero luego hubo un cambio en la decisión política", completó.
Sobre las advertencias que dijo recibir, señaló que se concretan en "cartas documento para callarme, pero no me voy a callar", aseguró. Ocaña fue interventora del PAMI entre 2004 y 2007, y ministra de Salud hasta el 29 de junio último, cuando renunció al cargo. Mantuvo un enfrentamiento público con el sindicalismo en su intento de, según dijo, transparentar el manejo de las obras sociales y los millonarios fondos que controlan.
DyN