El ex jefe del Comando de Institutos Militares Santiago Omar Riveros fue condenado ayer a prisión perpetua por el asesinato del adolescente comunista Floreal Avellaneda y el secuestro y sometimiento a tormentos de la madre del chico, Iris Pereyra, perpetrados durante la última dictadura en el área de Campo de Mayo.
En tanto, el ex jefe de Inteligencia de ese comando y ex jefe de la Policía Bonaerense Fernando Verplaetsen recibió la pena de 25 años de cárcel.
Las condenas -que deberán ser cumplidas en cárcel común- fueron impuestas por el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, en el primer juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción de Campo de Mayo en la última dictadura militar.
En el mismo proceso fueron condenados también Osvaldo García, ex titular de la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, a 18 años de cárcel; a 14 años el ex policía bonaerense Alberto Aneto, y a ocho años los ex militares César Fragni y Raúl Harsich, que se desempeñaban a las órdenes de García.
Los jueces Lucila Larrandart, Marta Milloc y Héctor Sagretti rechazaron las prisiones domiciliarias para los acusados, que en consecuencia continuarán detenidos en la cárcel federal de Marcos Paz. El tribunal sostuvo que "la sola constancia de tener más de 70 años resulta insuficiente" para acceder a ese beneficio y que para ello "debe considerarse la gravedad del delito".
Las querellas y la fiscalía habían pedido para los seis imputados "reclusión perpetua" a cumplirse en cárceles comunes.
Floreal "Negrito" Avellaneda, un adolescente de 15 años que militaba en el Federación Juvenil Comunista (FJC) y su madre, Iris Pereyra de Avellaneda, fueron secuestrados de su casa de Munro el 15 de abril de 1976, durante un operativo del Ejército que llegó a la vivienda en busca del padre del joven, también de nombre Floreal, que era del Partido Comunista y delegado gremial en la fábrica metalúrgica Tensa.
Madre e hijo fueron trasladados a la comisaría de Villa Martelli, donde fueron golpeados y torturados. El chico fue torturado hasta que murió y fue arrojado al Río de la Plata y encontrado el 14 de mayo de 1976 por un barco pesquero en la costa de Montevideo. Además, el muchacho había sufrido un empalamiento de parte de los verdugos.
En tanto, la mujer permaneció 15 días en la comisaría y luego fue trasladada al centro clandestino de detención "El Campito", de Campo de Mayo, donde volvió a ser torturada hasta que fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo hasta junio de 1978.
"Todos los acusados efectuaron los aportes para ejecutar el plan, pero a diferencia de los comandantes en jefe que fueron autores mediatos, los que ejercían el poder en la zona son coautores directos por codominio de la acción. Riveros, Verplaetsen y García podían decidir sobre el modo de ejecutar los hechos", sostuvo el tribunal.
La audiencia comenzó por la mañana, cuando Riveros dijo sus últimas palabras ante el tribunal y se revindicó como un demócrata. "Soy un demócrata. No somos nazis, no somos dictadores, somos constructores de la democracia", aseveró.
También sostuvo que le "cortaron los derechos humanos", reivindicó el accionar castrense durante la última dictadura al sostener que "las fuerzas armadas entablaron una guerra revolucionaria contra la agresión marxista" y defendió la ley de Obediencia Debida, al sostener que él cumplía ordenes. (DyN)