La líder de la oposición a la dictadura militar de Myanmar, Aung Suu Kyi, comenzó ayer a cumplir su nuevo arresto domiciliario, un día después de una sentencia condenada por la comunidad internacional y sólo defendida hoy por China, principal aliado y socio comercial del país.

"La comunidad internacional debería respetar plenamente la soberanía judicial de Myanmar", dijo la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Jiang Yu, sobre la sentencia de 18 meses más de arresto domiciliario contra la activista birmana. La portavoz agregó que el gobierno comunista de China espera que su aliado del sureste asiático pueda "conseguir gradualmente estabilidad, democracia y desarrollo". Suu Kyi, de 64 años y Premio Nobel de la Paz, fue condenada ayer por un tribunal por haber violado su anterior arresto domiciliario. (DPA)