Los rurales salieron a la calle a reclamar por el 20% de zona desfavorable sobre el salario básico que cobran. Esta nueva ofensiva gremial tiene dos claros argumentos.

El primero de ellos responde a la interna que se observa hoy en el sindicato, donde las promesas de las cuatro fracciones que se disputan el liderazgo en la región no cesan con tal de captar seguidores.

El segundo, que Uatre perdió todo contacto político que mantenía con el gobierno nacional, por lo que presumen que la presentación de este reclamo ante la Comisión Nacional de Trabajo Agrario no tendrá dictamen favorable.

Frente a este escenario, está claro que la presión del gremio para que los empresarios acuerden este "nuevo aumento" debe ser local. Ésa es la línea que se bajó desde las oficinas porteñas de Reconquista 630.

Pero los efectos de una suba del 20% sobre los salarios complicarían, y mucho, a la fruticultura. Por un lado elevaría los costos de producción aún más frente a un escenario comercial complejo para el sector. La competitividad de la fruticultura se está perdiendo año tras año por el incremento de costos de las últimas temporadas, siendo la mano de obra un pilar esencial del mismo. Por otra parte, donde se le valide este reclamo de los trabajadores rurales, en forma inmediata llegará el pedido del gremio de la fruta y del sindicato que concentra a los trabajadores de los frigoríficos exigiendo el mismo trato.

Los gremios deben comprender que todo aumento de costos lo termina pagando la fruta. Llama la atención que productores, empresarios y el gobierno provincial no salgan a manifestar su posición, ante el complejo escenario que se avecina para el sector.