Una familia de Maquinchao vivió un difícil y desagradable momento ante la muerte de un familiar al que tuvieron que sepultar en luego de cavar la fosa y compartir el espacio con otro ataúd.
Según afirmó Irene Figueroa, el pasado 4 de agosto su hermana Susana Merlo falleció en General Roca a causa de una neumonía.
Con la ayuda del municipio de Maquinchao, pudieron trasladar el cadáver hasta esta localidad de la Región Sur rionegrina y dejaron el ataúd en el depósito del cementerio a la espera de la llegada de otros familiares que quería estar presentes en el momento de la sepultura.
Sin embargo grande fue la sorpresa cuando quisieron enterrarlo y no encontraron una fosa cavada para poder hacerlo. “Dejamos a mi hermana en el deposito hasta el otro día a la espera de un tío y una sobrina que venían de viaje y querían despedirse. Pero cuando la quisimos enterrar nos encontramos con que no había fosa. Un señor que estaba en el cementerio, que se identificó como Amacio Juan, nos dijo que no había lugar y que si queríamos que nosotros, los familiares, caváramos la fosa”.
La mujer agregó que, ante la negativa del hombre, varios de los familiares agarraron las palas y comenzaron a cavar en un lugar que les había indicado el sepulturero. Pero a los pocos centímetros de profundad comenzaron a descubrir las manijas de un ataúd que estaba enterrado. Esta escena se repitió en varios lugares. “Entonces no nos quedó que cavar en la misma fosa donde esta enterrada una sobrina nuestra que murió hace 32 años.
Tuvimos que poner un ataúd sobre el otro. Vivimos una situación muy dolorosa que no se la deseo a nadie. Es lo peor que me paso en los 60 años de vida que tengo” señaló indignada.Irene, quien nació en Maquinchao y se fue a vivir a Bariloche cuando tenía 14 años, agregó que a pesar de que en todo momento los familiares de la difunta hicieron lo que correspondía en esto casos, vivieron una situación muy desagradable que “no me gustaría que le suceda a otra familia ante la muerte de un ser querido”.
Agencia Jacobacci