Un estudio avalado por la American Cancer Society indica que las personas que padecieron enfermedades oncológicas presentan mayores probabilidades de sufrir consecuencias psicológicas algunos años después. El riesgo se prolonga por al menos una década después de concluido el tratamiento y las afecciones más frecuentes son la depresión y los trastornos de ansiedad. Esta es la principal conclusión a la que arribaron los especialistas del hospital Brigham del Instituto oncológico Dana-Farber en Boston, Estados Unidos.
El riesgo descripto por los profesionales permanece aún 10 años después de concluido el tratamiento y se incrementa en los casos en los cuales el abordaje incluyó la realización de períodos prolongados de quimioterapia, o cuando los pacientes eran jóvenes, no estaban casados, no contaban con formación educativa que les permitiera o facilitara informarse o no poseían cobertura médica.