NEUQUÉN (AN)- El robo de crudo es una maniobra arriesgada pero rentable y con mínimos riesgos para sus autores de terminar en prisión.

En los últimos años se han detectado en la región varias bandas dedicadas a esta modalidad delictiva, una de ellas tan sofisticada que su cabecilla residía en Miami, Estados Unidos.

Las bandas suelen tener varios integrantes con roles diferenciados. Primero están los que "pinchan" el ducto (la maniobra más arriesgada porque puede provocar una explosión), lo "ordeñan" y cargan el crudo en un cisterna. Las empresas suelen detectar una merma en la presión pero no pueden saber dónde está la afectación (en general es en zonas inhóspitas del campo).

El siguiente tramo es la comercialización. La última banda detectada por la justicia neuquina disponía de su propia destilería donde elaboraba naftas y una red de estaciones de servicio para venderla.

Si los descubren, los más comprometidos suelen ser los que "pinchan" el ducto, y el resto de los eslabones de la cadena delictiva tiene grandes posibilidades de eludir una sanción.