Diez años después, Ariel Rosada volvió a La Boca para vestirse de azul y oro, como en 1998, cuando debutó en Primera como jugador xeneize. Sin lugar en el equipo, se fue al año siguiente a Chacarita y, tras una década jugando en el país y el exterior, ayer firmó contrato por un año y se entrenó con sus nuevos compañeros en el predio de Casa Amarilla.
Boca retornó ayer a la tarde a las prácticas tras la gira que realizó por Europa. El primer partido de Boca en este semestre, con la conducción de Alfio Basile será el jueves 20 en La Bombonera frente a Vélez, por la Copa Sudamericana.
Pasado el mediodía, Rosada se presentó en La Bombonera donde concretó su acuerdo contractual y de esta forma se transformó en el cuarto refuerzo, tras la incorporación de los mediocampistas Federico Insúa y Gary Medel, y el lateral derecho Adrián Gunino.
"Siento una gran alegría por la decisión de Basile de convocarme, ojalá le pueda rendir, ya que tengo un gran orgullo por haberme incorporado a su equipo", dijo Rosada, que viene del Celta de Vigo.
"Sé que me está faltando un poquito en la parte física, pero ya me voy a poner diez puntos físicamente. Hoy trabajé bastante para ponerme a punto", reconoció el futbolista nacido en Campana.
El plantel xeneize se entrenó sin la presencia de los jugadores afectados a los seleccionados que jugarán partidos amistosos en el marco de la fecha FIFA. De esa manera, no estuvieron el chileno Gary Medel y el paraguayo Julio César Cáceres ni el santafesino Sebastián Battaglia, que se encuentra en Rusia junto al seleccionado argentino.
Asimismo, practicaron en forma diferenciada Claudio Morel Rodríguez, con molestias musculares, Hugo Ibarra y el mediocampista Juan Román Riquelme.