NEUQUEN (AN).- La caída abrupta del número de donantes de sangre dejó en una situación preocupante al hospital Eduardo Castro Rendón.

Según informaron médicos del servicio de Hemoterapia, hasta ayer por la tarde sólo había un stock disponible para hacer viable cinco intervenciones quirúrgicas, si no eran de gravedad.

Hoy, de acuerdo a cómo evolucione el panorama, podría suspenderse la realización de operaciones programadas, para dar respuestas sólo a las de extrema gravedad.

Por eso ayer el ministerio de Salud de la provincia emitió un comunicado donde llama a la población a que concurra a la institución a realizar donaciones, para atenuar el severo problema.

El banco de sangre funciona en el hospital de mayor complejidad de la provincia. Está abierto entre las 7 y las 10, de lunes a viernes. Los donantes deben tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, no hace falta que vayan en ayunas. Pueden haber ingerido algún alimento liviano con una infusión. Las donaciones en el hospital Horacio Heller pueden hacerse entre las 8 y las 11.

"Todos los días veníamos recibiendo unos 18 donantes. Cuando surgió lo de la pandemia de la gripe A, el número bajó a unos seis diarios", explicó un médico del servicio, Horacio Correa Uranga, para describir la abrupta caída cercana al 60% en el número de personas que concurrían.

Durante la potente irrupción viral el hospital había mudado el centro de extracción a una dependencia de la cooperativa CALF. "Pero la gente estaba atemorizada por lo de la pandemia", subrayó el médico.

Según se informó, hay unas 11 unidades de sangre disponible. Un cálculo conservador, da cuenta de que en promedio, por intervención se utilizan dos.

En la última semana, a la caída en el número de donantes, se sumó también la seguidilla de accidentes con traumas severos y los heridos graves con armas blancas y de fuego.

Correa Uranga indicó que también en el hospital Horacio Heller, donde funciona otro banco de sangre, ocurrió lo mismo.

Una de las alternativas en caso de que el Castro Rendón quede todavía más afectado, está dada por el stock con que cuentan las clínicas privadas y el policlínico ADOS. Ellos, solidariamente, podrían ceder parte de lo que tienen para permitir alguna cirugía de complejidad en caso de urgencia.

"Por lo pronto, una alternativa que mañana (por hoy) vamos a evaluar es la de suspender las programadas para que haya reservas para las intervenciones con riesgo alto", dijo el médico.