SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez Martín Lozada en compañía de su secretaria, Romina Martini, realizó una inspección al calabozo de la comisaría 28 para determinar si con las refacciones realizadas por las autoridades ya se encuentra en condiciones para alojar a las personas detenidas. Antes lo había clausurado porque no contaba con los elementos indispensables.

El calabozo fue clausurado por Lozada a partir de la sentencia de hábeas corpus que dictó oportunamente por considerar que no reunía las condiciones mínimas de habitabilidad, y a partir de ese momento permaneció cerrado y sin uso durante ocho meses. Ahora, tras la serie de refacciones y mejoras realizadas en su interior, las autoridades de la comisaría 28 aspiran a que se autorice su reapertura, dado que desde entonces debían derivar los detenidos a los calabozos de la comisaría Segunda o a la de Melipal.

Las refacciones incluyen un sistema de iluminación, de calefacción y la instalación de vidrios que asilan la celda del exterior, la construcción de una tarima para servir de asiento y un mingitorio destinado al uso de los detenidos que fue definido como "inodoro turco" por las autoridades.

Al momento de disponer la clausura del calabozo el juez Lozada sostuvo que "el ejercicio del poder de policía emanado de los códigos o digestos contravencionales no puede desconocer ninguno de los principios a que debe atenerse el ejercicio del poder punitivo, conforme la Constitución Nacional y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos".