QUITO (AFP/DyN).- La línea moderada sudamericana, con Brasil y Argentina a la cabeza, convocó a una cumbre presidencial de la Unasur para analizar el acuerdo militar entre Estados Unidos y Colombia, que ha generado tensiones en la región.
Al encuentro, que se celebrará posiblemente este mes en Bariloche, fue invitado el presidente colombiano Álvaro Uribe, quien se marginó ayer debido a la crisis que mantiene rotas las relaciones entre Bogotá y Quito.
Fuentes de la delegación oficial que acompañan a la Presidenta Fernández de Kirchner señalaron anoche que Cristina propuso a sus pares que la cumbre de carácter urgente se realice en Bariloche, y que la misma se concrete antes de que finalice el mes de agosto .
"Podríamos hacer una reunión de presidentes para evaluar estos comportamientos (...) Pienso que esto va a resolverse con mucha conversación, debate, diciendo las verdades, la gente va a tener que escuchar cosas que no le gustan", planteó primero el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La propuesta fue acogida por los mandatarios de Ecuador y Argentina, así como de Paraguay, Fernando Lugo, quien abogó por que la cita no sea utilizada "para sentar" a Colombia "en el banquillo de los acusados".
Las delegaciones de Bolivia y Venezuela habían propuesto sin éxito incluir en la declaración presidencial un rechazo a la presencia de tropas norteamericanas en bases militares colombianas.
Sin darse por vencido, el mandatario venezolano Hugo Chávez, quien mantiene congeladas las relaciones con Bogotá, tomó la palabra de manera intempestiva para alertar sobre el uso estadounidense de bases colombianas. "Cumplo con mi obligación moral de alertar: vientos de guerra comienzan a soplar", afirmó. Chávez dijo que "el anuncio de la instalación de siete bases militares en territorio colombiano" pudiera "convertirse en una tragedia".
Por su parte la mandataria argentina al acoger la propuesta de Brasil, consideró indispensable la presencia de Uribe en el encuentro. Y reclamó "evitar estridencias o discursos flamígeros", en lo que pareció ser un mensaje directo a su par venezolano. "Es imprescindible que invitemos al presidente Álvaro Uribe a un lugar donde no tenga la sensación de que hay hostilidad ", declaró.
Correa, presidente pro témpore de la Unasur, preguntó si la reunión podría darse en Argentina, a lo que Kirchner respondió: "Encantada de recibir a los miembros de la Unasur. Me comprometo a invitar personalmente al presidente Uribe ".
Bogotá defiende el acuerdo como un "asunto interno" y ha descartado que sea una amenaza para otros países. "No ha habido ni habrá bases militares extranjeras en Colombia. Ni las hemos pedido, ni los EE.UU. piensan instalarlas", dijo la vicecanciller colombiana, Clemencia Forero, al señalar que su uso será sólo en tareas antidrogas.
