El director ejecutivo de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), Osvaldo Riopedre, reclamó ayer una "autocrítica" a las entidades por haber presentado amparos para evitar subas tarifarias de la luz y el gas, dado que, "a la larga, hubiera sido mucho mejor" que el alza hubiese sido "gradual".
Además, aconsejó que los clientes que crean que tienen mal facturado el monto las boletas de ambos servicios concurran a los entes de defensa del consumidor antes de pagarlas para constatar si el cobro es correcto o no.
Ante esta situación, el gobierno anticipó el viernes que ordenará auditorías en el caso de las boletas de luz, pero aclaró que no habrá marcha atrás con el tema del gas.
El ministro de Planificación, Julio de Vido, advirtió que podrían cancelarse los contratos de concesión de las empresas eléctricas si se descubre que hubo "errores intencionales" en la facturación. "Si los errores encontrados fueron intencionales puede llevar a la caducidad de los contratos. Y hasta puede acarrear problemas legales a los propios directivos, si hubiera alguna situación irregular demostrada y no un error involuntario que también puede darse", afirmó.
En un reportaje publicado ayer en "Página/12", De Vido estimó que la suba de las facturas de electricidad "sólo llega al 8 por ciento de los hogares, al 4 por ciento de los comercios y al 2 por ciento de las industrias".
Consultado sobre si no fue un error subir las tarifas de gas y luz de repente, en lugar de hacerse en forma escalonada, el ministro insistió en que "el aumento llega a un porción muy minoritaria de la población y no es tan alto como lo que se ha publicado". (DyN)