En un aporte hacia la construcción de una nueva argentinidad, quisiera reflexionar en esta oportunidad sobre un hecho importante de nuestra historia que, habiendo ocurrido de manera contraria a lo sucedido, habría cambiado la relación Buenos Aires - interior. Me refiero a lo ocurrido en la batalla de Pavón.
Luego de la sanción de la Constitución federal de 1853, a la cual no adhirió la provincia de Buenos Aires, las relaciones entre ésta y el interior se hicieron cada vez más tensas. Urquiza, elegido presidente de la Confederación, se enfrentó a Bartolomé Mitre, jefe de las tropas porteñas, en la batalla de Cepeda de 1859. A pesar del poder militar y financiero del ejército de Mitre, el triunfo quedó en manos del entrerriano que, no obstante, permitió a Buenos Aires "declararse parte integrante de la Confederación" mediante la jura de la Constitución, previo examen de aquélla, por obra y gracia del Pacto del 11 de noviembre de 1859. La verdad es que la convivencia entre "los trece ranchos" (las trece provincias integrantes de la Confederación, llamadas así despectivamente por los partidarios de Mitre) y Buenos Aires no fue la ideal. Los derechos aduaneros en poder de Buenos Aires significaban una ofensa para el resto del país. La guerra resultaba inminente y la batalla decisiva se desarrollaría en los campos de Pavón, cerca de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, el 17 de setiembre de 1861.
Si previo a Cepeda se descartaba un triunfo de Mitre, en Pavón el triunfo quedaría en poder de Urquiza, por su gran potencial militar. Entonces ¿qué ocurrió en la noche del 13 al 14 de setiembre en el Oratorio de Morante, cuando el diplomático norteamericano Yateman visitó el campamento de Urquiza? ¿Se negoció allí el futuro de la Nación? ¿Acaso un triunfo de Urquiza habría posibilitado una definitiva inserción de Buenos Aires, cambiando el esquema centralista por un verdadero federalismo a la manera estadounidense? ¿Era esto último lo que el delegado norteamericano quiso impedir? Este humilde ciudadano puede sugerir que sí, porque con el retiro de Urquiza del campo de batalla y el aparente triunfo de Mitre, el federalismo constitucional quedó como una frase escrita y poca práctica. ¡Aunque aún podemos cambiar?!
Ángel Horacio Villegas, DNI 16.199.810
Docente en Ciencias Políticas y Sociales
Neuquén