Cuando entré en el ámbito laboral era la época de Illia. Por entonces sí que el trabajo dignificaba a la persona: se podía vivir con el fruto del mismo, el salario tenía poder adquisitivo, las empresas crecían sin tener tan altos márgenes de ganancias, la industria y el comercio estaban en movimiento, el sector productivo agropecuario comenzaba a desarrollarse tecnológicamente... éramos optimistas, teníamos esperanzas en el futuro porque había coherencia, sensatez, ética y moral. Por eso le pido al gobierno -tanto al oficialismo como a la oposición- que, antes de pensar en una recomposición cambiando figuritas, tengan coherencia, sensatez, ética y moral; que tomen conciencia y vean la realidad de un pueblo que viene castigado por soportar tanto desgobierno.
En mi caso, ya casi en la culminación, he sufrido una constante decadencia en el ámbito laboral, por eso no me gustó que en su propaganda política Kirchner anunciara que los frutos de sus gestiones los disfrutarían nuestros nietos y bisnietos. Me parece excelente que nuestros nietos tengan bienestar, es lo mínimo que anhelamos para ellos... pero también nosotros necesitamos ya una recomposición de nuestro estándar de vida, por eso es que se necesita mucho sentido común de todas las partes para ver la realidad de los empleados y trabajadores del país.
Hay que tener sensatez, coherencia, ética, moral y equidad social, sin quitarles nada a los que lo tienen lícitamente ganado.
Cuando leía sobre las posibles primeras medidas del flamante ministro de Economía pensé: "¡Siempre lo mismo! ¡Siempre sacándole a alguien!". ¿Es ésta la visión inteligente que tienen nuestros profesionales, verborrágicos y avezados políticos? Soy muy escaso técnica e intelectualmente, pero creo que a pesar de que hemos regalado nuestros principales recursos económicos todavía queda mucho por explotar, aun cuando hemos perdido mercados internacionales. Con sensatez, inteligencia, mesura y discernimiento y unidos -unidos- podemos salir adelante.
Pero ¡no! Cuando alguien le saca al otro se generan odio, discordia y revanchismo. Así estamos, siempre cambiando de "bailarines" pero bailando en la misma baldosa. Ésta es la política de los abogados (no tengo nada contra ellos; por el contrario, admiro a muchos a los que conozco personalmente): se han preparado para sacarle siempre a alguien, incluso al cliente, pero nunca lo hicieron para producir y generar riquezas. Señores, este país necesita generar más trabajo, producir más, así se van a incrementar los ingresos fiscales, ¡si acá lo que está gravado es la producción y el salario y no están gravadas la especulación ni la holgazanería!
Jesús Alberto Chaves, DNI 4.698.661
Neuquén
A todos los trabajadores gastronómicos de Bariloche.