En total hermetismo, los dirigentes de los clubes de Primera División analizaban ayer si se alinearán con Julio Grondona en su supuesta postura de romper el contrato con la televisión para trasladar el fútbol a la órbita de Canal 7, o si le dan la espalda por primera vez en los treinta años que lleva al frente de la AFA.

Los rumores de que Grondona mantuvo una reunión secreta con el ex presidente Néstor Kirchner el último martes en la quinta de Olivos mantienen en alerta a los dueños de los derechos televisivos, que por su parte evalúan iniciarle acciones legales al titular de la AFA y a los dirigentes de los clubes en caso de que decidan romper unilateralmente el contrato de la TV, cuya vigencia es hasta 2014.

El día clave será el próximo martes, cuando el Comité Ejecutivo de la AFA trasladará su habitual reunión en la sede de la calle Viamonte al predio de Ezeiza, para evitar eventuales escraches a Grondona como los que tuvieron lugar esta semana en las puertas de la entidad.

En esa reunión, Grondona tendría pensado anunciarle a los dirigentes su decisión de romper con la televisión para que el fútbol pase a manos de Canal 7, es decir a la órbita estatal, a cambio de lo cual la AFA recibiría de parte del Gobierno unos 500 millones de pesos. Con ese dinero, aseguran alrededor de Grondona, los clubes podrían hacerle frente a las deudas con futbolistas que mantienen paralizado el fútbol.

A los 230 millones anuales que venían cobrando los clubes de Primera, ahora hay estipulado un aumento de 38 millones, con lo que la cifra se estiraría a 268 millones, un monto considerado insuficiente por Grondona.