CHOS MALAL (ACHM).-

"La pureza de la región patagónica, suelos sanos, arenosos y pedregosos son el sustento de la nuestras vides" indicó Luis De la Torre, quien a las variedades que ya se elaboran en su bodega se encuentra trabajando con cepas experimentales Malbec traídos por los pioneros de Francia. La bodega cuenta con salas de prueba, de catación, un estar, salas de elaboración, tanques de almacenamiento y fermentación, sótanos, baños, cocina entre otras dependencias. Todo está en marcha y si la idea es extender el polo bodeguero a la zona norte los productores locales quieren que el dinero sea para quienes ya se dedican a la actividad. El apoyo crediticio se transformaría en este caso en un respaldo a la actividad de esta familia que ha sabido imprimir su sello mediante el esfuerzo propio y los recursos privados.

Chos Malal ha dado muestras cabales de ser un lugar propicio para la actividad que se remonta a 1892 cuando se introdujeron las vides con la primera cepa originaria traída desde Chile por los salesianos y cuya producción de vino llegó incluso al Vaticano. En esta ciudad hay varios productores de vino. Entre ellos los hermanos Monsalve que confeccionan sidra y champagne; Arturo Rebolledo y Clemente Ordoñez