Su total desacuerdo con la media sanción para el impuestazo tecnológico manifestó a este diario la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina.
La Cámara Baja dio media sanción el miércoles pasado al proyecto de ley que apunta a la promoción de la producción de equipos electrónicos en la provincia de Tierra del Fuego -conocido como impuestazo tecnológico-, a partir de un incremento de impuestos internos para productos importados y producidos en el país, con la única excepción de esa provincia.
Por ello deberá pagarse un 30% más por cualquier producto tecnológico: celulares, PC, cámaras digitales, TV, entre otros productos.
"Nos parece que es altamente inconveniente y es un retroceso de los avances de los últimos años en la adopción de tecnología y comunicaciones en la Argentina", dijo Norberto Capellán, presidente de la Cámara de Informática y Comunicaciones.
"Viendo el listado de productos abarcados por este proyecto de ley -teléfonos celulares y monitores de LCD (incluía las notebook pero fueron retiradas)- se ve que no se puede considerar bienes suntuarios; son utilizados por toda la comunidad -los estudiantes los trabajadores, los jóvenes, las familias y las pymes de todo nivel social-. Pensar que son suntuarios es una equivocación total", dijo Capellán.
"El proyecto es un impuesto bajo la presunción de que son elementos suntuarios, salvo los que están siendo producidos en Tierra del Fuego, porque hay un decreto previo que los exime de impuestos. Esto sería una doble imposición porque estos elementos pagan distintos impuestos, de este modo, se incrementa la carga impositiva. La combinación de cargas haría que aumente su precio más del 30%, lo que implicaría crear una barrera por el precio a la adopción de tecnología por parte de la comunidad", sostuvo Norberto Capellán.
"Sólo por tomar un ejemplo: los celulares llegan a todas las capas sociales y en muchos casos es la única tecnología en las familias de pocos recursos y además es su único medio de comunicación. Lo que hace ese nuevo impuesto es crear un impuesto regresivo que afectará a los que menos tienen", agregó el entrevistado a "Río Negro".
"Hemos estado en contacto con los distintos legisladores en Diputados y ahora vamos a llevar nuestra opinión a los senadores que tendrán que tratarlo. Tratamos de acercarles información y nuestra visión de que este proyecto es altamente inconveniente y que ocasionará un retraso en la adopción de tecnología y va en contra de lo que se ha hecho en los últimos años", acotó.
"La adopción de tecnología tiene un alto impacto positivo en la situación económica y social general en los países. Muchos países están adoptando medidas que van en el sentido exactamente inverso al que se adopta aquí: dan facilidades, reintegros y reducen impuestos. Australia, China, Turquía y Portugal entienden que estas tecnologías no sólo promueven a un determinado sector sino que su incorporación permite salir más fácilmente de la situación de crisis a los países", siguió el entrevistado.
"No lo vemos sólo como un tema sectorial porque sabemos que la tecnología es estratégica para el país, y así lo ven en el resto del mundo", sostuvo.
"Acá un proyecto que propone aumentar un impuesto y no hay ningún plan detrás que implique producir estos dispositivos" es inaceptable, razona el entrevistado.
"Puede ser muy legítimo promover a una región o un determinado sector productivo pero hay que tener en cuenta los intereses del conjunto, de todas la empresas. Estos son producidos en muchos casos en el país, y se deben considerar los intereses de los consumidores, porque este impuesto se traducirá en un incremento de precios", que se calcula será de un 30%.
"Esperamos que haya una reflexión y se estudie con mayor profundidad. La tecnología es un factor de desarrollo", concluyó.