| TEHERÁN (AP)- Una joven académica francesa y empleados locales de las embajadas de Gran Bretaña y Francia, acusados junto con docenas de figuras de la oposición iraní, confesaron ayer haber estado involucrados en los disturbios que sucedieron a las elecciones nacionales. La oposición iraní y grupos defensores de los derechos humanos condenaron el juicio por considerarlo una farsa y dijeron que dichas confesiones son extraídas bajo coerción e inventadas. Gran Bretaña, tomada por sorpresa por la comparecencia de su empleado, lo calificó de atentado. La segunda audiencia del juicio colectivo ante el Tribunal Revolucionario de Teherán involucró a un nuevo grupo de detenidos y se concentró en el testimonio del académico francés y los otros dos acusados con conexiones extranjeras, en una demostración de la determinación del gobierno por desacreditar el movimiento reformista como supuesta herramienta de otros países, particularmente de Gran Bretaña y Estados Unidos. | |