ROCA (AR).- Eran alrededor de las seis de la madrugada de ayer cuando una joven mujer que caminaba por la zona céntrica de Roca con rumbo a su trabajo fue interceptada por un sujeto que, amenazándola con un arma blanca, la habría violado debajo de uno de los puentes del tradicional paseo del Canalito.
Las fuentes policiales y judiciales confirmaron la existencia del hecho y ratificaron que la víctima tendría unos 30 años de edad. Sin embargo, mantuvieron en estricta reserva los detalles del caso, que ayer mantenía ocupadas a las autoridades de la Comisaría Tercera y al fiscal de instrucción Miguel Fernández Jahde.
Según pudo saber este medio, la chica caminaba sola por inmediaciones de calle Kennedy, entre Tucumán y 9 de Julio, cuando un sujeto de unos 20 años de edad, a cara descubierta, la interceptó en la vereda.
El atacante la intimidó exhibiéndole una navaja y la habría obligado a caminar a su lado por unos 200 metros, hasta llegar a la plazoleta del Canalito. "Le dijo que se quedara tranquila, que sólo le iba a robar, que siguiera caminando sin gritar ni llamar la atención", indicó una fuente policial cercana al caso, en base a los primeros dichos de la joven víctima, quien debió ser asistida en el hospital Francisco López Lima de esta ciudad después del violento ataque.
El atacante no sólo la habría sometido sexualmente debajo de uno de los puentes del Canalito (que en esta época se encuentra vacío) sino que además le habría causado múltiples lesiones con la navaja cuando ella intentó resistirse.
De acuerdo con las fuentes consultadas, fueron sólo las marcas que le dejó el arma blanca en distintas partes del cuerpo y ninguna de las lesiones fue grave.
"No podemos adelantar nada, sólo que la chica iba a trabajar y que se usó un arma blanca para amenazarla. El resto está en plena investigación". Ésas fueron las únicas declaraciones que hizo sobre el caso el fiscal de turno, Miguel Fernández Jahde, quien ordenó la realización de un reconocimiento fotográfico apenas la joven mujer esté recuperada del shock nervioso.
El lugar elegido por el depravado no es casual y no es la primera vez que se registran en ese punto intentos de ataques sexuales, robos o intimidaciones. A esa hora, la oscuridad del sector, la cantidad de árboles y arbustos y el poco movimiento de gente sumaron todos los factores a favor de la impunidad del delincuente, quien al parecer escapó caminando.
La chica, lesionada y en crisis, llegó caminando a su trabajo (una empresa ubicada a nueve cuadras de donde sucedió el ataque) y relató lo ocurrido a algunos de sus compañeros. De inmediato se alertó a la Policía y la joven fue trasladada al hospital roquense, donde recibió los primeros auxilios. Más tarde el médico policial constató las lesiones y tomó las muestras que servirán de prueba para la causa.
Ayer los investigadores esperaban dar con algún testigo que pudiera aportar datos sobre el caso.