NEUQUÉN (AN).- La Estación Terminal de Ómnibus de Neuquén (ETON) dejó hace tiempo de ser un ejemplo por su seguridad y en la actualidad las falencias estaban al desnudo.
Tras las indagaciones realizada por "Río Negro" y el robo a Flecha Bus, la gerenciadora salió a anunciar que desde mañana se podrá observar mayor presencia de guardias y policías (ver recuadro).
Un año atrás se podía observar guardias de una empresa de vigilancia en el ingreso a la terminal, playa, pasillo y no se podía acceder a la zona de preembarque sin mostrar el pasaje correspondiente.
El cambio de administradora de la ETON, en noviembre pasado, fue un punto de inflexión para la seguridad de tan transitado espacio público.
Lentamente, la nueva gerenciadora, fue desafectando a los empleados de vigilancia.
"Hace una semana se levantó el guardia que estaba en el acceso a la terminal y que vigilaba también la playa. Y si van por la parte de atrás, por donde ingresan los colectivos, van a poder pasar caminando porque hace rato que sacaron a ese otro guardia", confió un empleado de la ETON.
"Río Negro" pudo observar en reiteradas ocasiones que desde hace meses ya no hay guardia que impida el paso a la zona de preembarque de quienes no son pasajeros, lo que ha llevado a que las cintas transportadoras de equipaje no se estén utilizando debido a que no hay garantías de seguridad ya que cualquier persona ajena puede ingresar y sustraer un bolso.
En las dársenas la seguridad también ha sufrido una merma, mientras antes eran dos los guías que trabajaban por turno, hoy hay un solo.
Se abuso tanto de este recurso, de recortar gastos por el lado de la seguridad, que en la actualidad sólo hay un vigilador por turno para todo el edificio.
"Este monstruo no lo podés cuidar con una sola persona", expresó un molesto concesionario de la terminal.
"Acá la gerenciadora te cobra todo. Sólo en expensas un local de 37 metros cuadrados abona 755 pesos. Tenés que pagar por estacionar siendo que uno trabaja acá y cuando CALF aumentó el 30 por ciento la luz a nosotros nos cobraron un 200 por ciento. Por eso es inexplicable que no tengan para pagar seguridad", insistió el concesionario.
A la disminución de vigilancia también se sumó la reducción de policías que cumplían funciones en el destacamento de la ETON. "En un principio éramos seis por turno, ahora sólo dos", confió un uniformado.
"La verdad se siente insegura la terminal", referenció una mujer que atiende un comercio mientras otra confió que "tenemos puesto dos tipos de alarmas en el local".
"Yo que viajo cada tanto a Bariloche, que el colectivo sale de noche, es un miedo terrible el que paso hasta que llega el coche", comentó a este diario una boletera de una empresa de transporte.