Viernes 07 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
Una caja de 2.500 millones para el sindicalismo
Podrán manejar sin control fondos para obras sociales Moyano le apunta también a las partidas de la APE

BUENOS AIRES (ABA) . - Sea una victoria del secretario general de la CGT, Hugo Moyano para demostrar el poder que sigue teniendo para los Kirchner, o un triunfo compartido con los "Gordos", lo cierto es que la designación de Ricardo Bellagio al frente de la superintendencia de Servicios de Salud tiene como efecto práctico que la corporación sindical podrá manejar sin control un monto superior a los 2500 millones de pesos destinado a las obras sociales.

Al menos desde altas esferas, tanto gubernamentales como gremiales, trascendió que la sustitución de Juan Rinaldi (quien se había acercado a la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña) por Bellagio, respondió a un acuerdo para que los gremios aceleren la distribución de los fondos.

Desde que Rinaldi - un ex abogado del gremio de camioneros- se alineó con Ocaña, era un secreto a voces que Moyano venía pidiendo su salida.

Fue Rinaldi quien le retuvo al líder camionero una partida de 100 millones de pesos para subsidios a obras sociales, ante la impugnación de una rendición anterior por la mitad de ese monto que hizo la propia Ocaña.

La ex ministra de Salud venía denunciando desde antes de las elecciones que la administración de Cristina Kirchner estaba siendo muy concesiva con Moyano. "El gobierno quedó atrapado en Moyanolandia" declaró después de la catástrofe electoral del oficialismo.

En cuanto a Bellagio -con 26 años de carrera en la superintendencia y en organismos del área- en su momento fue desplazado por Ocaña de la gerencia de control Económico Financiero, en la misma instancia en que la ex ministra le pidió la salida al cuestionado Héctor Capaccioli.

Bellagio, de estechas relaciones con Moyano, se defendió ayer diciendo que no tuvo ningún enfrentamiento personal sino porque Ocaña quiso poner a personas de su confianza. "Varios designados por Ocaña siguen trabajando en cargos gerenciales".

Otra señal de que el gobierno quiere al poder sindical de su lado es la reaparición de varios integrantes de la cartera de Salud que habían llegado de la mano de Ginés González García (quien fuera ministro de Néstor Kirchner) pero desplazados por Ocaña. Algunos de ellos- según informó el diario "La Nación"- con causas penales.

El mismo matutino observó que otra señal sería la salida de Ana Talco de la subsecretaría de relaciones sanitarias. Es en quien Ocaña había puesto las denuncias para largar una contraofensiva, según deslizaron fuentes cercanas a quien alcanzara los primeros planos de la política de la mano de Elisa Carrió.

La otra "pelea" de Moyano con final inminente es el control de la Administración de Prestaciones Especiales (APE). En esta repartición el titular de Salud, Juan Manzur, apenas asumió designó a su coprovinciano Mario Koltan -quien integraba el gobierno tucumano de José Alperovich- para reemplazar al moyanista Hugo Sola.

Pero Koltan duró en el cargo 48 horas. Ese cargo vacante desde el que se acusó al líder camionero de manejar a piacere casi 1000 millones de pesos podría también quedar bajo la órbita de alguien que responda a Bellagio. El nuevo funcionario declaró que no tiene relación ni con Moyano ni con Armando Cavalieri ("Gordos"), sino que conoce a ambos por el carácter de su actividad. En cambio si reconoció su vínculo con el titular del gremio de Obras Sanitarias, José Lingeri por haber estado este en el máximo cargo de la superintendencia. Ambos trabajaron a la par durante el gobierno de Carlos Menem.

Cierta cercanía de Lingeri con Moyano lleva a pensar que este último es el vencedor en toda esta movida, sin embargo un gremialista cercano al duhaldismo indicó a "Río Negro" que en realidad se trata de un trueque: Moyano se deshace de Rinaldi, a cambio de compartir el juego (dinero retenido) con sus pares.

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