CIPOLLETTI (AC).- El Concejo Deliberante facultó al Ejecutivo municipal para que venda los estratégicos terrenos de Alem y Kennedy y se generó polémica. Diversos sectores se hicieron presentes en la sesión de ayer y cuestionaron la medida por "inconsulta". Además recordaron que el Consejo de Planificación tampoco fue convocado para definir sobre el destino de esas tierras.
Las voces en contra de la venta fueron tan insistentes que los concejales del oficialismo se comprometieron a mantener una reunión con el intendente Alberto Weretilneck para informarle de las críticas que recibió el proyecto.
La ordenanza, que fue aprobada por mayoría, fijó un precio base de 45 dólares el metro cuadrado y estableció que los fondos que se recauden por la venta deberán ir en un 80% a finalizar el centro de espectáculos que se construye en la calle Fernández Oro y el 20% a obras de infraestructura en el distrito noreste.
El único concejal que votó en disidencia fue Lucas Pica de la Concertación. Al adelantar su voto negativo justificó en que "la afectación de bienes del Estado debe analizarse con sumo cuidado porque la historia reciente demuestra que se han cometido muchos errores al disponer su venta". Mencionó también "la baja en los precios inmobiliarios" y la necesidad de "realizar una compulsa para que entre todos digamos cuál tiene que ser el destino" del predio.
Por el oficialismo, el concejal Claudio Di Tella, dijo que la venta "no debe ser algo que sorprenda porque esos fondos estaban incorporados al presupuesto de este año" y que "cambiar un bien inmueble por otro no significa descapitalizar al municipio".
Voces de los vecinos
La puja más fuerte ocurrió luego de la aprobación y cuando se le dio la oportunidad a varios de los presentes de usar la palabra.
El primero fue un vecino del barrio Flamingo -donde están ubicadas las tierras- quien realmente enojado se preguntó para qué hablar cuándo ya la decisión estaba tomada.
Sin embargo recordó que en ese sector "el municipio se había comprometido a realizar un parque con sectores destinados al deporte. Manifestó una "profunda indignación" y lamentó que "se haya aprobado sin escuchar a los vecinos. Nos enteramos por la radio del proyecto", finalizó.
También se oyeron las voces de la Cámara Inmobiliaria y del Colegio de Arquitectos que cuestionaron, sobre todo, el no haber sido convocados para debatir el destino de las tierras y que el Consejo de Planificación -del que forman parte- no fue convocado. "Cuando nos necesitan nos llaman", se oyó decir.
