VIEDMA (AV).- El presunto abuso sexual del que habría resultado víctima una nena de ocho años vuelve a traer al banquillo de los acusados a un abuelastro. En este caso se trata de un hombre de 68 años de Sierra Grande, concubino de la abuela paterna de la niña, quien junto con su hermanito fue a vivir con la pareja luego de que en 2005 muriera la madre de ambos.

A partir de ese momento y hasta fines de 2007, en que se radicó la denuncia, la niña habría sido víctima de manoseos por parte de su abuelastro, quien además la habría obligado a realizar otros actos de contenido sexual.

Así lo habría relatado la criatura en una cámara Gesell. A la primera persona que se lo habría confiado habría sido a la pareja de su papá. La mujer habría iniciado entonces una comunicación con los familiares directos de la chiquita y cercanos al abuelastro para defenderla de tal situación. Pero a quienes les trasmitió la situación, habrían negado que ello fuera posible, incluido el propio padre de la nena, quien hasta habría escuchado el relato de la criatura.

Cuando el tema llegó a los oídos de los abuelos maternos de la chiquita, quien ratificó ante ellos lo sucedido, la situación fue denunciada.

Según trascendió en el mismo juicio, el padre de la niña habría señalado no poder creer que esto sea verdad, teniendo en cuenta que el marido de su mamá lo crió a él y a sus hermanos como si fuera su propio padre.

El resto de la familia habría declarado en el mismo sentido. Sólo quien fue pareja del papá de la nena se mantuvo en sus dichos, al igual que la chiquita. El imputado también habría negado los hechos que se le imputan pero habría admitido que tuvo a la nena y su hermanito bajo su custodia en su casa de Sierra Grande.

Como la acusación es de "abuso sexual" sin penetración, el hombre está en juicio pero en libertad.