"La opinión pública tiene que tener la seguridad de que los procedimientos instaurados para la atribución de una licencia a las vacunas contra la pandemia (...) son rigurosos y no comprometen la seguridad ni y la calidad de los controles", explicó la OMS en una nota publicada en su sitio internet, en respuesta a temores expresados en los medios de comunicación.
Los laboratorios farmacéuticos se lanzaron a una carrera contra reloj para producir rápidamente una vacuna contra el nuevo virus A(H1N1).
Desde su aparición en marzo pasado, el virus se propagó a 168 países, mató a 1.154 personas (la mayoría de ellas en Latinoamérica) y afecta actualmente a 162.380, según el último balance no exhaustivo de la OMS.
Ante la amenaza de una enfermedad que sigue siendo benigna, pero que de acuerdo con las proyecciones sobre las pandemias de gripe de la OMS podría llegar a afectar a unas 2.000 millones de personas, los gobiernos decidieron acelerar los procedimientos de autorización de la vacuna.
La OMS destaca que la seguridad y la calidad del medicamento no deben ser sacrificadas, ya que la vacuna se basa en la de la gripe común, permitiendo procedimientos más rápidos.
La nueva vacuna podría estar lista en setiembre y numerosos países están preparando campañas de vacunaciones masivas.
AFP