Los clubes argentinos quieren una solución drástica y no remedios pasajeros para sus males económicos, por lo que rechazaron un adelanto de dinero de la televisión para responder a sus deudas y que el fútbol pueda empezar a mediados de agosto como estaba previsto.
"Estamos acostumbrados a ceder, pero el fútbol hoy reclama lo recursos que merece´´, declaró el miércoles el presidente de Lanús, Alejandro Marón, al confirmar que los clubes no aceptaron un adelanto de la televisión de 40 millones de pesos (unos 10,4 millones de dólares) para mitigar sus deudas.
Horas antes, Julio Grondona dijo que la salida para la crisis de los clubes es cobrarle un aumento a todos los abonados de la televisión por cable, sin distinciones, y descartando el sistema de "Pay-per-Vew" pagar para ver´) que actualmente rige en el país.
"Con 12 pesos más por abonado se solucionaría todo´´, dijo Grondona, ya que según sus cálculos ellos implicaría un ingreso extra a las arcas de los clubes de 72 millones de pesos mensuales.
De inmediato, la televisión por cable dijo que no aceptaba esa propuesta. "La tendencia mundial es que al fútbol lo paguen quienes lo quieren ver´´, dijo Lucio Gamaleri, director de la red Intercable, que agrupa a más de 500 operadores de cable en todo el país. "Por eso, tanto en Europa como en América Latina la mayoría de los partidos son codificados´´.
Antes de apelar a la televisión, la AFA acudió al gobierno nacional para implementar el sistema de apuestas por internet, hoy ilegal, pero las tratativas no llegaron a buen puerto.
Se estima que tan sólo los clubes de primera división adeudan unos 700 millones de pesos (182 millones de dólares) de acuerdo a los balances de la temporada 2007/08. Los principales acreedores son la propia AFA, el fisco y los futbolistas.
De este modo, el énfasis de Julio Grondona en pos de renegociar los montos por los derechos televisivos que derivaría en un reparto más suculento de la torta para cada uno de los clubes, acalló en forma unánime las voces de representantes de instituciones en equilibrio financiero que se alzaron ante la amenaza de no empezar los torneos por deudas con sus jugadores.