CIPOLLETTI (AC).- "Los tres imputados prestaron una contribución esencial al suceso integral durante su ejecución, co-dominando el mismo", consideró la Cámara Primera del Crimen al condenar ayer a los tres procesados por el crimen del comerciante cipoleño Martín López.
Para María Eva Parada y Víctor Contreras, que no tenían antecedentes, la pena fue de 16 y 18 años de prisión respectivamente, por "robo con resultado homicidio, mediante el empleo de un arma de fuego". Walter Esquivel Villar, el hombre que gatilló, sumó el delito de portación de arma de fuego de uso civil sin autorización legal y le dieron 22 años de prisión.
El juez Jorge Bosch, el primero en votar (los otros dos jueces adhirieron), al graduar la pena para este imputado tuvo en cuenta además "su forma de vida, la violencia puesta de manifiesto, el desprecio por la vida ajena, que posee dos sentencias condenatorias anteriores con sus acumuladas que fueron agotadas y la mala impresión" que le causó. Dijo también que no le pareció sincero el pedido de perdón que realizó a la familia de la víctima durante el debate "sino una mera estrategia de clemencia". Por eso no lo tomó como un atenuante.
El fallo conformó a la querella, a pesar de que había comenzado el juicio con la expectativa de lograr condenas a prisión perpetua por "homicidio criminis causa" y que en su alegato requirió 25 años de cárcel para los tres, el máximo por homicidio en ocasión de robo. El fiscal había solicitado 20 años para Contreras y Parada y 23 para Esquivel.
Marcelo Hertzriken Velasco, abogado de la familia, anticipó que no va a casar la sentencia, a diferencia de lo que harán las defensas. (ver aparte).
En la sala de audiencias había varios integrantes de la comisión anti-impunidad en solidaridad con la familia López. Todos se unieron en un aplauso apenas culminó la lectura, avalando la decisión unánime del Tribunal. Pero el juez Bosch frenó la manifestación. "La tarea que tengo a mi cargo es la de impartir justicia y he impartido la justicia que he creído que correspondía. No merezco ningún aplauso", les aclaró. Y el silencio volvió al recinto.
Mientras esto ocurría, Contreras salía rápidamente de la sala acompañado por personal policial, y Parada, con los ojos llenos de lágrimas, esperaba para firmar el acta. Esquivel Villar no asistió a la lectura porque "estaba descompuesto", informaron.
Bosch fue el encargado de leer el fallo, en el que fueron determinantes las declaraciones del hermano de Martín López, Manuel, y de su amigo-ayudante Víctor Velázquez, también víctimas aquél 5 de marzo de 2008. Los jueces calificaron como "firmes, concretas, claras y sin hesitación" las imputaciones vertidas en el debate por ambos.
Los camaristas consideraron probado que aquel día, alrededor de las 20.30, Esquivel Villar, Parada y Contreras ingresaron a "La casa del polietileno" con la finalidad de robar. El primero, mediante un arma de fuego, obligó a Manuel López a arrojarse al piso en un espacio contiguo al salón principal de atención al público. Contreras realizó igual tarea y colocó junto a López, pero en posición invertida, a Velázquez, a quien le apoyó "un elemento en su cuerpo que éste no pudo determinar" pero que podría haber sido "un cuchillo". Parada, "fue la encargada de tomar el dinero de la caja que se hallaba bajo el mostrador".
"Durante el lapso de mención, Martín López (...) se acercó al sitio y al ser advertida su presencia por Esquivel Villar, éste le efectuó sendos disparos que le ocasionaron el deceso. Luego, los agresores abandonaron a la carrera el lugar, llevándose una suma superior a los 700 pesos en pocos billetes y numerosas monedas", entre otros elementos, concluyeron.
