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Divorciarse genera deterioro físico | ||
No es un chiste ni una broma. Así lo determina un estudio norteamericano.Sostienen que si la pareja se disuelve -o bien se enviuda- la salud lo siente de modo negativo. | ||
Los casados tienden a estar más sanos que los solteros. Pero, ¿qué sucede cuando el matrimonio se acaba? Este es el planteo que realiza The New York Times -y que hoy La Nación reproduce- y que informa que un nuevo estudio muestra que cuando las personas que se han casado vuelven a estar solas ?ya sea debido al divorcio o a la muerte de su pareja? experimentan mucho más que una pérdida emocional. Habitualmente sufren un deterioro de la salud física del que nunca se recuperan del todo, aun cuando vuelvan a casarse. Y en términos de salud, no es mejor haberse casado y luego volver a estar solo que no haberse casado jamás. Las personas de edad media que no han contraído matrimonio tienen menos problemas crónicos de salud que aquellas que se han divorciado o han enviudado. Los hallazgos, que surgen de un estudio nacional en 8652 varones y mujeres de entre 50 y 60 años, sugieren que el estrés físico que supone la pérdida del matrimonio persiste aun cuando las heridas emocionales se han curado.
Efectos documentados Los beneficios que reporta el matrimonio a la salud, documentados por numerosas investigaciones, parecen provenir de diversos factores.
De las 8652 personas estudiadas, más de la mitad todavía seguía en su primer matrimonio. Alrededor del 40% se había divorciado o había enviudado, y cerca de la mitad de estas personas se había vuelto a casar en el momento del inicio de la investigación. Sólo un 4% nunca había contraído matrimonio. En suma, los varones y las mujeres que habían atravesado un divorcio o la muerte de su pareja refirieron un 20% más de problemas crónicos de salud, como enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer, en comparación con las personas que seguían casadas. Las personas que previamente habían estado casadas también tendían a tener mayores problemas de movilidad, como dificultades para subir escaleras o caminar una distancia significativa. Si bien volver a contraer matrimonio se asoció con una leve mejoría de la salud, el estudio mostró que la mayoría de las personas que se habían vuelto a casar no habían logrado recuperarse completamente del declive físico asociado con el fin del matrimonio. En comparación con aquellas que seguían casadas, las personas que atravesaban un segundo matrimonio tenían un 12% más de problemas crónicos de salud y un 19% más de problemas de movilidad. Un segundo matrimonio no parece curar tampoco las heridas emocionales. Las personas que habían vuelto a casarse tenían una cantidad levemente mayor de síntomas depresivos que aquellas que seguían casadas. Una fuerte asociación El estudio no prueba que la pérdida del matrimonio sea la causa de estos problemas de salud, sino sólo que ambos hechos están asociados. Podría ocurrir que las personas que no hacen ejercicio, comen peor y no pueden manejar el estrés sean más propensas a divorciarse.
Pero nada sugiere que los cónyuges deban mantener un mal matrimonio en nombre de la salud. Los problemas maritales también causan trastornos físicos.
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