Miércoles 05 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
Presiones de EE. UU.

La Habana (dpa).- El escritor norteamericano Ernest Hemingway abandonó Cuba en 1960 obligado por el gobierno de los Estados Unidos y no por estar frustrado con el gobierno de Fidel Castro, afirmó Ada Rosa Alfonso Rosales, directora del Museo que lleva su nombre en La Habana.

La especialista cubana aseguró al órgano de las juventudes comunistas de la isla que "el entonces embajador de Washington en la isla caribeña, Philip Wilson Bonsal, obligó al autor de "El Viejo y el Mar" y "Por quién doblan las campanas" a abandonar el país.

En la información del único diario que circula nacionalmente los domingos en Cuba, Alfonso Rosales califica de "precipitada" la salida del Nobel de Literatura el 25 de julio de 1960, "dejando muchas pertenencias en su Finca Vigía de las afueras de La Habana, incluidos varios manuscritos inconclusos".

Según versiones de sus biógrafos, Hemingway adoptó esa actitud molesto por el rumbo tomado por el gobierno de Fidel Castro en enero de 1959, y un año después, el 2 de julio de 1961, se suicidó en su país.

Desde antes de 1959, el laureado escritor norteamericano se consideraba "cubano" y proclamaba que "los cubanos iban a ganar", meses más tarde calificó de "indestructible y fabulosa" a la triunfante revolución, relató Alfonso Rosales.

También recordó que el 15 de mayo de 1959, Fidel Castro y Hemingway sostuvieron una extensa conversación y fueron fotografiados juntos, y poco después llegó a su casa donde un diplomático de Washington en La Habana le comunicó que si permanecía en Cuba sería considerado traidor".

La experta cubana reconoció que Hemingway "tenía paranoia", pero la justificó "porque era perseguido por agentes por el Buro Federal de Investigaciones (FBI) y por presiones del último embajador de los Estados Unidos en Cuba, Bonsal, que "le llevaron al suicidio el 2 de julio de 1961".

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