La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el secretario general de la OEA José Miguel Insulza, expresaron ayer su preocupación por la situación de los medios en Venezuela tras el ataque a Globovisión, el cierre de radios y televisiones y la idea de establecer una ley de delitos mediáticos.

La SIP pidió que los gobiernos democráticos de la región denuncien la situación de la prensa en Venezuela, abandonen "un exceso de prudencia diplomática" con el gobierno del presidente Hugo Chávez y reprueben los hechos ocurridos en los últimos días contra medios. "Chávez quiere desaparecer a la prensa crítica y acallar todas las voces opositoras en una muestra del carácter totalitario de su régimen", dijo su presidente Calderón.

Para Insulza, el asalto a Globovisión fue "francamente fuerte". Amnistía Internacional expresó su "profunda preocupación´´ por el incidente contra el canal y urgió una investigación completa e imparcial. El presidente paraguayo Fernando Lugo, dijo no compartir "la decisión del gobierno venezolano de cerrar medios ´´.