Miércoles 05 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Hartos de los robos, cierran comercios en Bariloche
Dos multirrubros del Alto no abrirán más sus puertas por la inseguridad. Uno de los locales fue asaltado cinco veces desde su apertura, hace siete meses.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Después de jugarse la vida en el intento de defender el dinero que habían ganado con gran esfuerzo, dos familias de comerciantes de esta ciudad cerraron sus locales de manera definitiva.

La decisión de la familia Moldovan podría parecer apresurada, por ser tomada a menos de 24 horas del último asalto, pero no lo es tanto si se tiene en cuenta que hace siete meses inauguraron su multirrubro en el barrio Omega y es el quinto hecho delictivo que los perjudica en ese lapso.

El episodio que puso límite a la voluntad de los comerciantes se produjo a las 17:30 del lunes en el local situado en la calle Claudio Bernal 186, cuando un joven asaltante amenazó a la propietaria con un revólver exigiendo la entrega de la recaudación. Después de apoderarse de unos 2.000 pesos, entre el dinero que había en la caja y en la cartera de la mujer, el delincuente la encerró en un baño que tiene contacto con la vivienda de sus suegros, y sus gritos alertaron a su cuñado, un joven de 21 años que tomó una barra de hierro y decidió enfrentar al ladrón. El muchacho recibió un fuerte culatazo en la cabeza durante el forcejeo, pero también logró golpear y desarmar al asaltante, mientras su cuñada le arrojaba un chorro de gas pimienta al rostro.

El delincuente fue identificado por los damnificados como un vecino y hasta cliente del comercio, y según indicaron las fuentes policiales, ya habría cometido varios hechos similares. Tras el asalto el sujeto pudo escapar con el botín y refugiarse en la casa de su familia, a pesar de sus lesiones. La demora del juez de turno en emitir una orden de allanamiento habría favorecido su posterior huida.

Dentro del local asaltado quedó el revólver calibre 38 que portaba el asaltante.

El peligro que corrieron las víctimas y la impresión que les causó el hecho hizo que Jeremías Moldovan, esposo de la mujer atacada, decidiera evaluar seriamente el cierre de su negocio. Esta vez, vale aclarar, al cuñado de la comerciante debieron atenderlo en el Hospital Zonal por las lesiones sufridas.

El otro cierre de comercio, ya acreditado, se produjo el pasado 1 de abril en el multirrubro Andrés, ubicado en la esquina de Rolando y Brown, luego de que el comerciante que lo atendía lograra desarmar al delincuente que después de robarle el dinero lo apuntó con su arma y le anunció que lo iba a matar.

En esa ocasión, un menor de edad trató de dispararle en tres oportunidades al dueño del quiosco, pero la amenaza de muerte y la decidida actitud del asaltante convencieron a la víctima de que debía defenderse. Tomó el arma por el caño, se trabó en lucha con el delincuente y logró colocar entre el martillo del arma y el mecanismo disparador el pliegue de su mano existente entre los dedos índice y pulgar, para impedir que explosionaran los proyectiles.

El revólver quedó en el lugar y el delincuente fue detenido poco después, pero el comercio, también edificado dentro del predio familiar, tampoco volvió a abrir sus puertas después de ese episodio, ya demasiado común en los barrios de la ciudad.

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